Un grupo de investigadores estudian la posibilidad de extraer aceite del hueso de mango para usarlo en la alimentación humana y animal, en tanto que sus residuos se utilicen para nutrición de animales domésticos.
El investigador del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), José Basilio Heredia, explicó que los residuos de cáscara y semilla, derivados del procesamiento industrial de mango, representan una fuente de contaminación ambiental.
Refirió que se trabaja en caracterizar física y químicamente este coproducto y se espera contar con un insumo con altas posibilidades de incluirse en la dieta del cordero (productor de carne) y aves domésticas.
Eso, dijo, al transformar un desecho agroindustrial en proteína de alto valor biológico para consumo humano, brindando con ello beneficios adicionales para los procesadores de mango, ovinocultores y avicultores.
El investigador de la coordinación regional del CIAD en Culiacán, Sinaloa, indicó que esa entidad ocupa el octavo lugar a nivel nacional, en producción de carne ovina y el cuarto lugar nacional en producción de carne y huevo de aves.
Ambas especies producen proteína de origen animal de alto valor biológico y su dieta depende en gran medida del suministro de maíz y pasta de soya.
En fechas recientes, debido a los estragos climáticos en el campo sinaloense, que afectaron principalmente a la producción de maíz, se incluye en las dietas de los animales domésticos al sorgo común, pero su precio también se ha elevado.
Sinaloa es uno de los principales productores de mango a nivel nacional, con una superficie plantada de 22 mil hectáreas, de las que se obtienen 195 mil toneladas del fruto por año que se destinan para la exportación en fresco y la elaboración de pasta.
En el proceso de fabricación de pasta de mango se utiliza el 60 por ciento del fruto y el 40 por ciento restante son residuos como cáscara y semilla, volumen equivalente a 24 mil toneladas por año, que de no utilizarse son fuente potencial de contaminación ambiental.
Por esta razón, comentó el investigador, es necesario valorar los subproductos, con la posibilidad de ser incluidos en la dieta de animales domésticos sin detrimento en los parámetros productivos y de calidad de los productos destinados al consumo humano.
Refirió que la inclusión de la harina de residuos de mango en la alimentación de los ovinos productores de carne y de aves domésticas productoras de carne y huevo, representa una alternativa para la alimentación.
Notimex