El arzobispo de Antequera Oaxaca, José Luis Chávez Botello, sostuvo que la pobreza es un mal social por falta de justicia social y equivocadas políticas que afectan a las comunidades, al estado y al propio país, sin embargo se debe de anteponer por delante el fortalecimiento de la familia como medida para sacar adelante a la sociedad.
Como cada domingo, el prelado en su sermón ante la feligresía oaxaqueña, indicó que es la familia donde se aprende a amar donde se puede recibir educación más eficaz y duradera, pero también donde se marcar negativamente toda la vida de las personas, empezando por la niñez.
Y es que expuso que si un niño crece respirando hostilidad, aprende a pelear y a buscar con violencia lo que desea, si vive en un ambiente de continua desaprobación, aprende a condenar, si se desarrolla entre celos, aprende a ser envidioso, si vive con temor, aprende a ser aprensivo, si crece rodeado de burlas aprende a ser tímido, entre otras.
En ese sentido dijo que un niño que respira amor aprende a apreciarse, el que vive entre estímulos, aprende a tener confianza en sí mismo, si crece con aprobación aprende a aceptarse como es, si experimenta aceptación aprende a caminar con esperanza.
En su momento recalcó que el amor da rumbo y sentido auténtico a la atracción del sexo opuesto, a la sexualidad, a los sentimientos, a toda la actividad huma y parafraseo a San Agustín que decía ama y has lo que quieras, porque expuso que estaba seguro que el amor auténtico siempre construye.
Por último, expuso: “si nos queremos, luchemos para que nuestras familias y las que nos rodean lleguen a ser realmente una escuela donde todos sus miembros aprendan a amar, en manos de cada familia esta luchar por lograrlo”, concluyó.
