En el mundo actual, el conocimiento, la innovación y el progreso tecnológico son cruciales para el desarrollo económico, en este sentido, las universidades juegan un papel trascendental, ya que son los espacios en los que tradicionalmente lo anterior se gesta. Además de lo mencionado, las universidades fueron creadas para educar, para fomentar el arte, el deporte y la cultura. Cuando una universidad funciona correctamente, cumple con sus objetivos, esto se refleja en el bienestar de la sociedad. Ahora bien, cuando una universidad o sistema de universidades en una región no funciona o lo hace pobremente, el resultado es negativo para el conjunto social. También es cierto que las universidades son el reflejo de la sociedad, por lo tanto, si ésta última está fuertemente subdesarrollada lo estarán también sus universidades.
En el estado de Oaxaca, la principal universidad pública lleva mucho tiempo sin funcionar adecuadamente, no existen renglones del conocimiento, la innovación y el progreso tecnológico en los que haya destacado, tampoco lo ha hecho en materia artística, deportiva o cultural (un caso aparte es el joven sistema de universidades estatales). Quien escribe es un egresado y ex profesor de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), que reconoce con tristeza que hace muchos años la máxima casa de “estudios” de la entidad no cumple apropiadamente con sus funciones sustantivas –por cierto, estoy informado de logros aislados producto del esfuerzo individual, pero no de la calidad institucional.
De acuerdo con el ranking de universidades 2011, publicado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, la UABJO se ubica en el lugar 6,140 a nivel mundial y en el 78 a nivel nacional; cabe destacar que la Universidad Tecnológica de la Mixteca (UTM) se ubica en el lugar 4,908 a nivel mundial y 64 a nivel nacional. La Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (para la que trabajo), se ubica en el lugar 18 a nivel nacional y 1,620 a nivel mundial. En México, la mejor universidad es la UNAM, ubicada en el lugar 49 a nivel mundial. El principal criterio para generar esta clasificación tiene que ver con la producción científica.
El problema de la UABJO está inscrito en uno más grande, relacionado con la baja calidad, corrupción y politización del sector educativo público. La UABJO se encuentra secuestrada por grupos rentistas que buscan a toda costa hacerse con el control de la misma para enriquecerse fácilmente. Ésta ha sido la tónica de los últimos veinte o treinta años. En las últimas semanas hemos visto como pseudo profesores bloquean el acceso, interrumpen las labores y destruyen cualquier incentivo creado hacia la calidad. Pobre universidad, pobre Oaxaca.
En sintonía con la teoría económica ortodoxa, la clave para asegurar el bienestar de las mayorías consiste en un manejo eficiente de los incentivos, en este caso lograr el compromiso de los estudiantes con la calidad y la competencia internacional. En la UABJO, ningún estudiante puede tomarse muy en serio lo anterior si ve que sus profesores obtienen mayores ingresos tomando y bloqueando las funciones sustantivas de la universidad. Los estudiantes no ven a sus profesores comprometidos con la cátedra, la investigación, la gestión y tutoría académica –excepto quizás en la escuela de economía, donde tengo entendido están tomando clases fuera de la universidad, como sea sigue pendiente la labor de investigación.
La creación de incentivos perversos en la UABJO ha permitido que a la alta administración lleguen personajes siniestros, muchos de los cuales fueron “porros” en su juventud (otros lo siguen siendo), porque esa es la clase de incentivos que se han creado, ¿para qué trabajar, estudiar y/o investigar, si es mejor ser un agitador, golpeador o reventador?
Hoy es el sindicato de profesores, mañana el de trabajadores, después el de trabajadores de confianza, acto seguido los “porros” y así sucesivamente, logrando con ello que los días efectivos de labores se reduzcan y que ninguna actividad académica pueda avanzar. Recientemente, un amigo, me sugería que la única solución consiste en privatizar las universidades, algo con lo que no estoy de acuerdo, pero ante los hechos parece la única opción, ¿por qué seguir pagando con recursos públicos algo que simplemente no funciona?
En Oaxaca, la UABJO, no importando su mediocre desempeño sigue recibiendo recursos y las autoridades piden más y más, sin mostrar resultados. De acuerdo con información obtenida de la página oficial de la universidad, en 2011 recibió más de 700 millones de pesos de los contribuyentes. También se informa el sueldo de los funcionarios, destacando el del Rector que asciende a 60,000 pesos mensuales, seguido del Secretario General con 40,350 pesos mensuales. Sin contar a los aviadores y los sueldos no reportados, la UABJO se gasta 389,211 pesos mensuales tan solo en funcionarios, ¿y los resultados?
El próximo año se renuevan autoridades, particularmente al Rector, espero que los universitarios tomen conciencia de la importancia que tiene elegir bien, se debe privilegiar la academia y la investigación. Es tiempo de recuperar a la UABJO, convertirla en una de las mejores instituciones de educación superior e investigación del país, que se hable de sus logros y no de sus constantes huelgas y manifestaciones. La universidad tiene que ser el espacio en el que se forje la transformación del estado de Oaxaca.
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* Profesor en economía de la UACJ, Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI)