Con el argumento de que se ha apoyado en demasía a la industria cinematográfica, Simey Olvera Bautista, diputada de Morena, presentó una iniciativa de reforma a la Ley del ISR que acota el subsidio a la producción de películas nacionales, de un máximo anual de 650 millones a 240 millones de pesos.
Argumentó que entre 2015 y 2018 se han otorgado beneficios fiscales por 2 mil 303 millones de pesos para la producción de películas y 110 millones para su distribución, lo que ha concentrado el desarrollo de un solo sector, el audiovisual, particularmente la industria cinematográfica.
La iniciativa de Olvera Bautista –quien fue locutora en Hidalgo y diputada local por el Partido de la Revolución Democrática en esa entidad, antes de saltar a Morena– propuso eliminar el artículo 130 de la Ley del ISR, que prevé el estímulo fiscal al cine.
En su lugar, pretende juntar los montos de estímulos fiscales y que sea un universo de 800 millones de pesos para todas las expresiones culturales, para no dejar sólo a la cinematografía 650 millones, y se resalta que una sola expresión cultural no puede concentrar más de 30 por ciento del monto total del estímulo fiscal.
Olvera Bautista busca recortar el estímulo fiscal en vigor desde 2006, conocido como Eficine, que permite a los contribuyentes aportar recursos en efectivo a proyectos de producción o distribución cinematográfica en el país, que se aplica contra el ISR.
Mediante Eficine se pueden asignar anualmente hasta 650 millones de pesos para la producción de largometrajes –20 millones por cada proyecto–, además de 50 millones de pesos para distribución.
Sin impacto negativo
Desde la perspectiva de Olvera Bautista, reducir los apoyos a la industria cinematográfica mexicana no tendrá un impacto negativo, porque podrá seguir creciendo de manera sustentable, con el nicho que los medios audiovisuales (sic) han creado y sostenido, en gran parte por los apoyos gubernamentales.
Afirmó que mientras en 1997 sólo se produjeron nueve películas, en 2017, gracias a los apoyos gubernamentales, se realizaron 176, un récord histórico en relación con el año anterior, y que fueron vistas por 22.4 millones de personas.
El problema radica en la falta de atención a otras formas de expresión cultural, por lo que es preciso echar mano de un modelo ya probado y comprobado para el impulso que necesitan las demás áreas culturales, sostuvo.
Además, refirió que si bien los artículos 189 y 190 de la Ley del ISR definen estímulos fiscales para otras expresiones culturales, la industria cinematográfica es la más beneficiada, porque el máximo es de 650 millones de pesos, y de 50 millones para su distribución, mientras para teatro, artes visuales, danza, música y jazz es de 150 millones.
El objetivo principal de la iniciativa es incentivar la inversión en las diversas áreas de la cultura mediante el sector privado, siguiendo el modelo exitoso que desde 2006 impulsó el crecimiento que hoy tiene la industria cinematográfica, crecimiento que es necesario para el teatro, la literatura, la música y demás expresiones culturales de nuestro país, justificó.
Fuente: jornada.com