Es típico ver que en esta temporada en diversos mercados y esquinas de la ciudad se expendan las tradicionales piñatas, con motivo de las festividades decembrinas pero sobre todo para las posadas que están a punto de iniciar.
Se pueden encontrar en diversos tamaños, figuras y colores; son utilizadas para decorar los hogares en esta época de navideña y año nuevo; forman parte también de la alegría de los más pequeños y de los recuerdos de los adultos.
Casi en todas las esquinas se notan las ofertas que llaman a los capitalinos a adquirir al menos una de ellas.
En una de esas se encuentra doña Rosa Gopar, quien desde hace más de 30 años elabora con sus manos y su imaginación cada una de las piñatas que expende. A pesar de ser una labor noble la mujer de unos 60 años sostiene que “ya no deja muchas ganancias, porque hay mucha competencia”.
Mientras mira sus creaciones, doña rosita, como la conocen todos sus compañeros, sostiene que todos sus hijos se han dedicado a la elaboración de la misma y que gracias a eso han podido salir adelante.
Asimismo detalló que las figuras que más se venden en esta temporada son las de pico, las cuales se utilizan para las tradicionales posadas, mientras y para festejar el año nuevo.