La legislación comunitaria sobre seguridad aérea obliga a que la salud mental de todos los pilotos sea revisada como mínimo una vez al año, indicaron hoy fuentes comunitarias, que evitaron valorar el caso concreto del copiloto que presuntamente estrelló de forma deliberada el avión de Germanwings.
“Todos los pilotos tienen que ser sometidos a un examen al menos una vez al año y para los pilotos que superen una cierta edad, cada seis meses”, señalaron las fuentes, que precisaron que ese examen debe incluir también una evaluación de las condiciones psicológicas y psiquiátricas.
Expertos comunitarios explicaron que las reglas de la Unión Europea (UE) sobre esta cuestión son “muy claras y muy estrictas”.
Subrayaron que obligan a que los candidatos a convertirse en piloto profesional tengan que superar un examen médico inicial, chequeos continuos cada 12 meses y si fuera necesario comprobaciones suplementarias sobre su condición psicológica y psiquiátrica.
“Los criterios sobre los que se concede el primer certificado médico tienen que ser revisados con cada renovación. Las condiciones psicológicas o psiquiátricas son parte de los criterios para recibir el certificado médico”, subrayaron las fuentes.
Es decir, que “el examinador médico tiene que volver a comprobar todos los criterios que cubre el certificado médico (inicial) cuando está haciendo una renovación del mismo”, insistieron.
Las fuentes explican que “se necesitan licencia y certificado médico para volar” y que “los exámenes médicos son obligatorios para todos los Estados miembros”.
“Los aspirantes que no tengan ningún historial médico pueden convertirse en pilotos, así que no hay manera de que un piloto con desórdenes médicos o psicológicos pueda ser considerado como en condiciones para volar y pueda obtener un certificado médico”, aseguraron.
Los expertos rehusaron comentar el caso del copiloto alemán de Germanwings, Andreas Lubitz, quien según las últimas informaciones de la fiscalía de Düsseldorf (oeste de Alemania) habría recibido una baja médica por enfermedad, vigente para el día de la catástrofe, que había roto y ocultado a la empresa.
“No podemos comentar sobre este caso específico porque no tenemos los hechos. Esto no está en nuestras manos, estoy seguro de que se examinará pero hay reglas muy claras en la regulación europea: si alguien tiene enfermedades psiquiátricas, no puede recibir un certificado médico”, dijeron las fuentes.
Asimismo, aclararon que las reglas sobre certificados médicos se aplican “una vez que el candidato ya es piloto (no durante su formación) y sobre una base de evaluación continúa”.
Andreas Lubitz se había formado para ser piloto en el centro de Lufthansa en Bremen y, según informó el presidente de la aerolínea alemana, Carsten Spohr, hace seis años y durante varios meses interrumpió su formación, lo que suscitó las mayores especulaciones sobre una eventual depresión u otro problema psicológico.
Los expertos comunitarios reiteraron que “los pilotos no pueden volar si no están en condiciones de hacerlo”, al tiempo que subrayaron que esto depende en primer lugar del propio piloto, que no debe ponerse al mando de un avión si no se encuentra bien, pero también de la aerolínea que debe “garantizar que el piloto tiene el certificado médico necesario y de que este certificado está actualizado y es válido”.
Agregaron que por el momento no pueden precisar qué compensaciones podrían pedirse a Lufthansa en caso de que se demuestre que no tuvo en cuenta el historial médico Lubitz o que hubo alguna irregularidad en la emisión de su certificado médico.
Agencias