* Los datos del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi) de la Fiscalía General de la República chocan abiertamente contra la terca realidad que termina por imponerse.
* Más todavía, cuando recientemente en la Fiscalía General del Estado se dieron órdenes precisas a los Fiscales y Vicefiscales para registrar como homicidio simple los crímenes de alto impacto como los feminicidios.
Un día y semana sí y otros también, el gabinete de seguridad de la Primavera Oaxaqueña insiste machaconamente en asegurar que Oaxaca es uno de los diez estados más seguros del país.
El secretario de Gobierno (Sego) Jesús Romero López, responsable de la seguridad y gobernabilidad, ha afirmado que Oaxaca se ubica como el séptimo estado más seguro del país.
Aceptando sin conceder que la aseveración oficial sea real y verdadera, la percepción en la población en general y, especialmente en la opinión pública, es totalmente contraria a la misma.
Los datos del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi) chocan abiertamente contra la terca realidad que termina por imponerse.
Más todavía, cuando recientemente en la Fiscalía General del Estado se dieron órdenes precisas a los Fiscales y Vicefiscales para registrar como homicidio simple los crímenes de alto impacto como los feminicidios.
El gobierno de la Primavera Oaxaqueña pierde la batalla en seguridad en las benditas redes sociales, que ponen de manifiesto la seguridad fallida con los asesinatos nuestros de cada día.
En consecuencia, el gobierno del ingeniero Salomón Jara tiene un grave problema con la percepción generalizada en la opinión pública, porque esta finalmente se traduce en realidad.
Aun cuando la percepción es una interpretación que surge del análisis individual que se realiza a partir de información acumulada en la mente y frecuentemente se generaliza colectivamente.
Lo interesante de este fenómeno sociopolítico es que los científicos defienden la realidad porque les conviene respetar sus procesos de validación, pues al final representan su modus vivendi.
En cambio, a los seres humanos, nos conviene defender nuestros procesos de percepción porque dependemos de ellos, lo que requiere en su manejo de políticas públicas altamente sensibles.
Por tanto, menester es insistir que algunos servidores públicos, amigos y cercanos colaboradores del gobernador Salomón Jara Cruz, no están haciendo su tarea y los resultados están a la vista.
Aunque presuntamente real, la información oficial es severamente cuestionada por la percepción de la realidad, lo que obliga a someter a un proceso de reingeniería la política comunicacional.
De no hacerlo, el gobierno de la Primavera Oaxaqueña seguirá perdiendo la batalla contra la inseguridad en los medios de comunicación y, particularmente, en las benditas redes sociales.
El ejemplo más claro y concreto de ello por cotidiano es la percepción de la realidad que derrota día tras día al gabinete de seguridad del gobierno de la Cuarta Transformación en el país.
alfredo_daguilar@hotmail.com
director@revista-mujeres.com
@efektoaguila