¡Ha muerto el príncipe! Leía un titular el fin de semana pasado más o menos como a medio día y al principio pensé que se trataba de una noticia falsa, habían ‘matado’ a José José no sé cuántas veces en redes sociales desde hace varios años. A los pocos minutos más medios ya con mayor credibilidad comenzaron a confirmar la noticia. Y así fue, había muerto el príncipe. Había fallecido el gran José José.
Y nadie nunca dudó de su talento, de su técnica de canto, de su incomparable voz y de su vida de excesos que fue también parte de su celebridad. Su mermada salud y alguno que otro escándalo e incluso, la pérdida de su hermosa e impresionante voz, jamás demeritaron el reconocimiento y la admiración que el público sigue sintiendo por él. Sin embargo, de manera personal, hay algo que a mí no me acaba de convencer en la carrera del magnífico cantante. No pretendo ser esa especie de crítico intelectual (porque no soy ni crítico y menos intelectual) como Nicolás Alvarado, quien hace unos años cuando murió Juan Gabriel, dijo que no le gustaba, no por iletrado sino por elemental y que odiaba sus lentejuelas no por jotas, sino por nacas; a decir verdad, hay algunas canciones de José que me parecen un poema y a diferencia del divo de Juárez quien sí era autor de sus letras, el príncipe no, él las interpretaba y eran otros los autores, además ¡qué tamaño de autores!, los que escribían sus canciones y eso, es un punto a su favor; pero, no deja de incomodarme cuando escucho algunas de sus canciones que le faltan al respeto a las mujeres, muchas veces rebajándolas a objeto. Lo peor aún, es que muchos hemos cantado esas canciones sin analizarlas, vamos, as han cantado hasta algunas mujeres que portan con orgullo la etiqueta de feministas, mienten si me dicen que no, y que contienen un mensaje violento y a veces hasta aterrador (sí, aterrador) hacia actitudes y conductas que se han normalizado.
Aplaudimos al comité organizador del Grammy Latino por haber excluido al reggeaton de sus nominaciones y no por el poco aporte musical, sino justamente por el mensaje misógino que contienen sus versos. Sin embargo, de una manera más poética, las letras que interpretaba el enorme José José, no distaban mucho de esa violencia. Y aquí, les dejo algunos tracks con un mensaje degradante hacia las mujeres:
1.- Canción: “Buenos días, amor”
Álbum: Reencuentro (1977)
Autor: Juan Carlos Calderón
La canción habla, literalmente, de una violación. No puedo escribir más, me va a ganar el enfado.
2.- Canción: “Cuando vayas conmigo”
Álbum: Secretos (1983)
Autores: Manuel Alejandro y Ana Magdalena
Los celos no son amor, para nada. Y este tema parece disfrazar de forma idílica, uno de los actos más violentos que pueden existir hacia otro ser humano: la celotipia. Esos celos que muchos sienten “hasta del aire” ha acabado en golpizas desmedidas hacia las mujeres y hasta en asesinatos. Pero como la cantó el príncipe, todos la idolatramos y la normalizamos.
3.- Canción: “Almohada”
Álbum: Lo pasado, pasado (1980)
Autor: Jorge Adán Torres Solís
Quizá, la sumisión de las mujeres era algo normal a inicios de la década de los ochenta y por eso, estoy seguro que prácticamente, no hay persona que no se sepa esta canción que en uno de sus versos reza: “Te quedas callada sin ningún reproche, por eso te quiero, por eso te adoro, eres en mi vida todo mi tesoro”. O sea, con esto comprobamos que en algún momento, en esos años, la máxima de las parejas era el aberrante: “calladita, te ves más bonita”. ¡Qué bueno que ella se fue (espero que se haya ido) y lo dejó con solo con su almohada!
4.- Canción: “Vamos a darnos tiempo”
Álbum: Gracias (1981)
Autor: Alejandro Jaen
El chantaje es otro de los actos más violentos que existen en una relación, de pareja e incluso de amistad. “Sin decirme que al momento, te vas a quitar la vida si me voy, pero antes déjame decirte que te quiero”. O sea, que se vaya sintiéndose culpable no importa lo que se hagan ambos. ¡Qué espanto!
5.- Canción: “Preso”
Álbum: Gracias (1981)
Autor: Rafael Pérez Botija
Una de las relaciones más violentas y co dependientes en la música se la dieron a cantar a José José, en esta canción. Estrofas donde le reclama que se aprovechan uno del otro, donde le dice que no la deja porque está preso de “tu forma de hacer ‘eso’ a lo que llama amor”, pues ¿qué le hacía? y donde además le dice que si pudiera borrarla, la borraría. Todos la hemos cantado en una fiesta y en el karaoke. Pocos, se detienen a ver cual es el mensaje de este famoso tema.
Las canciones de José José casi siempre tienen un mensaje entre líneas, uno que sabemos que está, pero que hemos decidido no voltear a ver. Y mientras algunas otras canciones que interpretó son un verdadero poema, hay que otras que a decir verdad, en este tiempo ya sería impensable grabarlas. Pero también hay que reconocer que muchos de nosotros hemos cantado muchísimas de sus canciones en una noche bohemia, al calor de unos mezcales. Todos lloramos la pérdida de uno de los más portentosos cantantes que no solo ha pisado nuestro país, sino el mundo; alguien que fue reconocido por el mismísimo Frank Sinatra; porque nunca será tiempo suficiente para llorar al más grande. Por eso, pido un aplauso para el magno cantante que ha tenido México y la música en español: el gran José José, pero ese aplauso es única y exclusivamente para él, no para algunos de sus temas misóginos y violentos.