Los obispos presidentes de la organización Cáritas de la Zona de Centroamérica, México y Panamá (Camexpa) pidieron al Estado mexicano y a las demás naciones de la región no criminalizar a los migrantes.
Los jerarcas señalaron que es alarmante el incremento de secuestros de indocumentados centroamericanos en México, por lo que las autoridades de todos los países deben tomar medidas urgentes para frenar la migración y salvaguardar la vida de quienes se ven obligados a abandonar su nación en busca de progreso.
“En lugar de considerarlo (al migrante) como alguien peligroso, (hay que) caer en la cuenta de que son los indefensos más indefensos, y un indefenso nunca puede ser peligroso para nadie, por tanto me parece que una ley que criminalice la migración aquí en nuestros países es definitivamente una ley totalmente discriminatoria, totalmente injusta”, afirmó Ángel San Casimiro, Obispo de Ciudad Quezada, Costa Rica.
El prelado sostuvo que la medida más importante que deben trabajar los gobiernos de Centroamérica y México es el desarrollo de políticas públicas de inclusión a fin de evitar que tanta gente tenga que dejar a su familia y su patria ante la falta de oportunidades.
“(Lo primero es) lamentar estas situaciones de los secuestros, de los vejámenes a los que son sometidos; todo ser humano tiene derecho a migrar, pero todo ser humano tiene derecho a no migrar, sobre todo cuando es forzado; esto tiene que ser una voz de alerta a nuestros gobiernos para encausar sus políticas públicas para que ciudadanos en nuestros países no tengan que atravesar este calvario”, dijo.
A su vez, Gustavo Rodríguez Vega, Obispo de Nuevo Laredo, Tamaulipas, mencionó que las vejaciones que los migrantes reportan en los albergues de la Iglesia se ven ya claramente reflejados en las estadísticas.
Por ello, hizo un llamado urgente a las autoridades centroamericanas y especialmente a las de México para proteger la vida de estas personas.
“El llamado es urgente para que las autoridades de cada uno de los países en cuestión de Centro América y también, especialmente de México, pongan todo el esfuerzo por cuidar, por salvaguardar la vida de estos hermanos que no son criminales, que son seres humanos en búsqueda de un progreso, expulsados de su país por la pobreza y que por lo tanto merecen todo nuestro respeto, todo nuestro cuidado”, dijo.
El sacerdote consideró que debido a la labor del Ejército Mexicano en el combate al crimen organizado, las bandas delictivas han tenido importantes bajas, por lo que de manera desesperada reclutan a migrantes para incorporarlos a sus actividades.
Sócrates Sandoval Jirón, Obispo de Chontales y Río San Juan, Nicaragua, pidió abrir las fronteras libremente para la movilidad humana, así como se ha abierto para el comercio.
“Nosotros como Iglesia siempre opinamos que si se han abierto las puertas para que el comercio se mueva libremente por qué no con los seres humanos cuando el mundo es nuestro”, dijo.
Gregorio Rosa Chávez, Obispo auxiliar de San Salvador, subrayó que el tráfico de armas, droga y personas ya enciende la luz roja para el mundo, por lo que es necesario globalizar la ética en la política, la economía, la cultura y la comunicación.
“Esto no está encendiendo la luz roja en el tablero, va a asaltar el mundo si esto no se ataca frontalmente y eso pasa por un tema de honestidad, de transparencia; de compromisos con valores como la justicia y la solidaridad; si no globalizamos la ética en los campos de la política, la economía, la cultura, la comunicación, no tenemos futuro”, mencionó.
Los jerarcas ofrecieron una conferencia de prensa para dar detalles sobre el encuentro de Camexpa, en el cual analizaron la situación social de México y Centroamérica, así como los temas de crimen organizado y migración.
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