La 21 Conferencia Internacional sobre Cambio Climático (COP21) arrancó con el llamado del Presidente de Francia, Francois Hollande, a 150 Jefes de Estado y Gobierno a combatir el terrorismo y los efectos del cambio climático.
“No estoy haciendo una contraposición de la lucha contra el terrorismo y la lucha contra el calentamiento global, son dos retos mundiales que tenemos que encarar, porque tenemos que dejar a nuestros hijos más que un mundo donde no haya terror, tenemos que dejarles un planeta viable”, afirmó.
La ceremonia, calificada como histórica, inició con un breve mensaje del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, y un minuto de silencio por las víctimas del terrorismo en diversos lugares.
“Ninguna causa, ningún daño, puede justificar la violencia que vimos hace poco en París, Beirut, Malí, Túnez y en otros lugares”, resumió tras reconocer el liderazgo de Hollande por reunir, por primera vez a tantos Mandatarios.
El Presidente galo agradeció la solidaridad que ha recibido del mundo por los acontecimientos del 13 de noviembre, donde, señaló que un grupo de fanáticos sembró la muerte en las calles.
Además aseguró que los hechos entristecen, pero lo llevan a pensar en lo esencial.
“La presencia de todos ustedes nos dan enormes esperanzas y no nos podemos permitir quedar mal”, agregó.
En seguida, enfocó su discurso en los retos sobre cambio climático, pues advirtió que el 12 de diciembre la COP21 deberá llegar a un acuerdo global con tres características: un plan para mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados e implementar evaluaciones a los Estados para garantizar que estén cumpliendo sus compromisos, y que se conozcan antes de cinco años.
Un acuerdo universal, diferenciado y vinculante, que lleve a los países desarrollados a asumir responsabilidades históricas, pues durante años fueron quienes emitieron mayores cantidades de efecto invernadero; en el que las naciones emergentes -entre ellas México- aceleren la transición energética; y que aquellos en desarrollo estén acompañados de asesoría y financiamiento.
Por ello, llamó a liberar los 100 mil millones de dólares que pactaron en Copenhague.
Y tres, que todas las empresas se movilicen, así como las organizaciones sociales y religiosas, para hacer entender que el juego ha cambiado en materia ambiental.
Advirtió que la importancia de la COP21 es que deberá ir más allá de buenas intenciones o declaraciones, pues los gobernantes tienen que asumir que están al borde del abismo.
“Estamos aquí, al pie de un muro.
“Es un muro al que se han apilado nuestros egoísmos, aprensiones, resignaciones, y es un muro cuyos ladrillos son la indiferencia, despreocupación, impotencia, pero no es un muro infranqueable, todo depende de nosotros, porque la esperanza de la humanidad entera reposa sobre nuestros hombros”, finalizó Hollande.
En la cumbre, que se realiza en el aeropuerto privado Le Bourget, el cual es custodiado por 2 mil 800 policías, están los Presidentes de Estados Unidos, China, Rusia y México, entre otros.
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