Dirigentes de las tres corrientes magisteriales que dieron vida a la Sección 59 del SNTE, emplazaron al gobernador del Estado, Gabino Cué a respetar a los trabajadores de la educación de este gremio, y advirtieron que no van arrear banderas “pues la Sección 59 llegó para quedarse, les guste o no”.
“Somos parte de la cultura sindical, les guste o no les guste”, soltaron los tres dirigentes de las corrientes magisteriales.
En conferencia de prensa Miguel Silva Selvas, del Frente Democrático Magisterial 1º de Mayo; Humberto Alcalá Betanzos, del Colectivo por la Educación y la Democracia; y Joaquín Echeverría Lara, de Convergencia Magisterial demandaron al jefe del Ejecutivo congruencia con su discurso y compromisos de campaña, para no utilizar la represión como método de solución de conflictos.
Y por lo tanto demandó no entregar un “cheque en blanco” a la Sección 22, pues hasta ahora la percepción es que tiene secuestrado al gobierno, lo que representaría un sexenio de impunidad, violencia y rezago educativo, como lo fue en la administración de Ulises Ruiz.
En ese sentido se deslindaron del gobierno pasado, pues argumentaron que su presencia en el 2006 se dio por la coyuntura que se vivía.
Advirtió que no van a entregar ninguna escuela, ni tampoco aceptarán actos de represión en su contra, por lo que de ser necesario, acudirán a organismos internacionales de derechos humanos para denunciar y solicitar una visita a Oaxaca para que conozcan de su situación.
Miguel Silva anunció que a partir de esta semana iniciaron reuniones regionales para informar de la situación que vive la 59, y el 7 de febrero realizarán una concentración masiva en la capital para exigir el cese a la presión y respeto a los derechos.
Al final retaron a la Sección 22 a que demuestre nombres y escuelas que han recuperado, pues dice, solo son discursos de “jarabe de pico”.