Francesca Pascale, la novia oficial de Silvio Berlusconi, lanzó un llamado al Papa Francisco a fin de que intervenga a favor del ex primer ministro italiano, expulsado la víspera del Parlamento tras su condena definitiva por fraude fiscal.
“Lanzo un llamado al Papa Francisco. Un llamado a fin de que me reciba y escuche la historia de Berlusconi”, declaró Pascale, de 29 años de edad, en una entrevista publicada por el diario Corriere della Sera.
Aseguró que la votación del miércoles en el Senado a favor de la expulsión de Il Cavaliere “es un golpe de Estado”, una “maniobra subversiva” y dijo que ella misma pensaba pedir el indulto al presidente Giorgio Napolitano.
“Pensaba escribir yo misma la carta. Sus hijos estaban de acuerdo. Pensaba ir al Quirinale (la sede de la presidencia) con Napolitano, pero comprendí que me habrían cerrado las puertas”, declaró.
Dijo que si las puertas del palacio presidencial estuvieran abiertas, iría a hablar personalmente con Napolitano.
“Me cuesta hablar. Quisiera alejar a mi hombre de quienes lo odian para evitarle los golpes y las injustas humillaciones, pero me doy cuenta que es algo que él no haría, no se reconocería mirándose al espejo y no lo reconocería tampoco yo”, agregó.
Berlusconi, de 77 años de edad, fue expulsado del Senado en cumplimiento de la ley Severino, aprobada en 2012 con los votos de su propio Partido del Pueblo de la Libertad (PDL), que prevé ello para los condenados a más de dos años de cárcel.
El ex primer ministro fue sentenciado en agosto pasado en vía definitiva e irrevocable a cuatro años de reclusión por fraude fiscal en la compra venta de derechos televisivos de su empresa, Mediaset.
Pascale reconoció que el PDL cometió un error al aprobar la Ley Severino. “El primer error, incluso antes que la izquierda, fue del PDL. Maldito el día en que aprobaron esa norma. Hay 10 millones de italianos que votaron por Berlusconi, no pueden ser considerados todos fuera de la ley”, afirmó.
Aseguró que Berlusconi no esta deprimido, sino furioso porque “sufrió una injusticia”. “El no necesita puestos de gobierno, aunque tiene un sueño, el de liberar a este país y lo realizará”, dijo.
Por su parte, la hija mayor del ex primer ministro, Marina Berlusconi, presidenta del conglomerado Fininvest y de la editorial Mondadori, declaró que la expulsión parlamentaria de su padre no afectará su liderazgo, ni su compromiso político.
“Este país y esta democracia deberían avergonzarse por lo que mi padre debe sufrir”, afirmó y atacó a la magistratura, a la que acusó de “destruir a quienes buscan limitar su extrapoder”.
También Barbara Berlusconi, la mayor de los tres hijos del segundo matrimonio de Il Cavaliere, salió en defensa de su padre y calificó su expulsión del Senado como “una violenta operación política”.
“Con la violenta expulsión de mi padre del Parlamento, a través de normas inconstitucionales y evidentes violaciones reglamentarias, los adversarios políticos creen tener la vía abierta hacia el poder, pero se equivocan”, afirmó.
Agencias