Comunicado
16:20 La candidata a la gubernatura del estado por el partido Nueva Alianza, Irma Piñeyro Arias, aceptó el debate público propuesto por los demás aspirantes al gobierno de Oaxaca, siempre y cuando éste sea convocado por alguna institución seria, bajo un formato de consenso y respeto mutuo, garantizando confianza y certeza para el próximo proceso electoral del 4 de julio.
En una carta dirigida a los demás candidatos, Eviel Pérez Magaña de la alianza “Por la transformación de Oaxaca”; Gabino Cué Monteagudo de la coalición “Unidos por la paz y el progreso” y María de los Ángeles Abad del Partido Unidad Popular, Piñeyro Arias pidió que el debate lo conduzca la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión.
La candidata de Nueva Alianza sostuvo que aceptó participar en el debate, al tener la certeza que se dará atención prioritaria a los temas que tienen que ver con los rezagos sociales que tanto agobian al estado de Oaxaca.
“Los candidatos debemos tener una campaña política civilizada que garantice libertades y el respeto a la dignidad, en la que la discrepancia no nos divida, sino que enriquezca nuestra vida democrática”, planteó Piñeyro Arias.
Una campaña, dijo, que responda a la aspiración de todos los oaxaqueños y que no quede atrapada en ambiciones, rencores o intereses particulares.
Proponiendo como coordinadores de su partido Nueva Alianza para el debate a la diputada Sonia Rincón Chanona y al profesor José Francisco Hernández Sánchez, la candidata señaló que en las campañas se deben evitar coacciones corporativistas que en nada favorecen el avance democrático.
Sostuvo que el debate público entre los aspirantes a gobernar al estado de Oaxaca debe ser convocado por la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y Televisión; instituciones de educación superior, organizaciones de la sociedad civil o cámaras empresariales.
Reafirmó que será respetuosa de los puntos de vista de cada uno de los participantes, y no caerá en difamaciones ni en comentarios faltos de interés, los cuales busquen denostar o crear confusión entre los electores, ya que serán ellos quienes finalmente decidan el futuro del estado para los próximos seis años.
