Perspectivas para un nuevo gobierno: Víctor Raúl Martínez Vásquez

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Invitados por la Asociación de Estudiantes de Ciencia Política de la Universidad “José Vasconcelos” para hablar de las perspectivas del nuevo gobierno, acudimos este jueves a las instalaciones de la misma. Este es un resumen de lo que ahí comentamos.

Según el diccionario, perspectiva es el aspecto que presentan desde un punto determinado, diversos objetos lejanos.  Es sinónimo de panorama, también de esperanza. Es asimismo el arte de representar los objetos según las diferencias que producen en ellos la  posición y la distancia.

Una perspectiva puede variar  según donde estemos ubicados.

Gobierno, de manera muy general y sintética, incluye al  conjunto de instituciones del Estado que deciden, dirigen, conducen políticas y acciones públicas orientadas, en principio, a beneficiar  a la sociedad.      

Pues bien, yo diría que al nuevo gobierno, lo vamos a ver desde distintas perspectivas, desde distintos ángulos según la posición social, política, ideológica, desde la que estemos colocados.  

Para quien esté en el PRI, el nuevo gobierno se verá de una manera. Para quien este en el bloque político-social que ganó las lecciones se verá de otra. Aun dentro de este bloque se tendrán diversas perspectivas. La misma sociedad civil no es uniforme, lo  mirará de distintas formas y contenidos.  

Al nuevo gobierno lo verán algunos como un riesgo, una mezcolanza que no va a tener buenos resultados, así lo piensan y dicen sus detractores desde ahora.  Otros al  nuevo gobierno lo ven como una esperanza.

Entre estos últimos hay  muchas, tal vez demasiadas expectativas. .  

Personalmente prefiero  una dosis de optimismo mesurado.  Un gobierno puede hacer lo que le permiten las condiciones objetivas y subjetivas en las que está inmerso.  

No bastan los buenos deseos, la voluntad, también influyen  las condiciones políticas, la correlación de fuerzas, la capacidad de convocatoria social, los recursos financieros, la dimensión de los problemas a resolver y estos, lo sabemos, son  grandes y diversos. Oaxaca está ubicada en los últimos lugares en cuanto a muchos aspectos; los rezagos son abismales. Por otra parte los recursos son escasos y algunos ya están comprometidos por la deuda que deja el actual gobierno de Ulises Ruiz.

Programa hay, se han manifestado los grandes objetivos. Se han trazado en diversos documentos que han ido mejorando y perfeccionándose. Transparencia, rendición de cuentas, participación ciudadana, mayor independencia del poder legislativo y judicial, que también son parte del gobierno, fortalecimiento de los órganos constitucionales  autónomos, reorganización y modernización de la administración pública,  austeridad en el gasto, fiscalización, observatorios ciudadanos, fortalecimiento del municipalismo, libertad de prensa, autonomía de la corporación oaxaqueña de radio y televisión estatal.

Énfasis en la creación de empleo, apoyos a los pequeños y medianos productores, fortalecimiento de las vocaciones productivas (turismo, café, energías alternativas, silvicultura, agricultura y ganadería, minería, pesca, artesanía e industrias regionales, etc.), atracción de capital foráneo, fortalecimiento de las empresas sociales,  mejoramiento de los indicadores de competitividad.

Respeto a los derechos humanos de primera, segunda, tercera y cuarta generación; mejora de la procuración y administración de justicia, de la seguridad.

Inclusión, ejercicio de los derechos y visibilidad de los pueblos indígenas y afromestizos. Atención a sus demandas de autonomía, libre determinación, reconocimiento a sus sistemas normativos, tierras y territorios, lenguas, cultura, identidad, mejora de la salud, vivienda, comercio justo a sus productos, inclusión de la mujer, mejora de su calidad de vida y cese a la violencia múltiple que se ejerce sobre ella.

Desde luego, para todos y todas,  mejora en la educación, salud y nutrición, vivienda, agua, igualdad entre géneros, sustentabilidad, reordenamiento del transporte, programas de deporte, infraestructura, desarrollo urbano, atención a grupos en situación de vulnerabilidad, las personas con alguna discapacidad, los niños en situación de calle, los migrantes, adultos mayores, madres solteras, jóvenes, etc..

Programa existe, se sabe que debe hacerse; hay diagnósticos, definición de objetivos y estrategias en los que han participado miles de oaxaqueños y cientos de especialistas. Personalmente me ha tocado acompañar este proceso durante un buen tiempo. En los foros ciudadanos por la transición, en los foros de la campaña, en los foros de consulta ciudadana para la elaboración del programa preliminar.

Creo que se ha avanzado  pero hay muchos imponderables en las perspectivas de un nuevo gobierno. Me he referido a algunos de ellos en una serie de artículos anteriores titulada “de la alternancia a la transición”. Uno de los aspectos  que preocupa ahora a la sociedad es el gabinete que va a acompañar al gobernador electo. Tengo la certeza de que Gabino Cué va hacer una buena selección de quienes lo van a acompañar en este ejercicio de gobierno. Lo sabremos y confirmaremos el 1 de diciembre.

Será importante que sean gentes honestas, con un buen historial, profesionales en el campo de sus competencias y atribuciones.  El gobernador ha dicho que va a justificar cada peso, cada centavo del gasto que va a ejercer escrupulosamente. Es importante que quienes le acompañen sean consecuentes  con ese compromiso. Es parte de la esperanza. ¡Un gobierno honorable y honesto!.