Persiste una alta mortalidad infantil; México enfrenta retos

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El contenido del Artículo 4º constitucional permite plantear un mandato que podría constituirse como un imperativo categórico de nuestros días: no permitir que ningún niño o niña se quede atrás en la garantía efectiva de todos sus derechos.

En ese sentido, construir un país apropiado para la niñez es uno de los retos más grandes que enfrenta el gobierno del presidente López Obrador, pues aun reconociendo que hay algunos avances, lo cierto es que las condiciones en que vive la mayoría de niñas, niños y adolescentes en nuestro país son dramáticas.

A fin de mostrar la magnitud del reto, en este artículo se ha optado por dejar que sean los números los que hablen y describan por sí solos, la situación en que se encuentra la niñez mexicana.

Según la información del VI Informe de Gobierno del Poder Ejecutivo Federal, en México, la tasa de mortalidad infantil promedio para el periodo 2010-2016 fue de 12 defunciones antes de cumplir el primer año de vida, por cada mil niñas y niños nacidos vivos. En Alemania, en el mismo año, fue de tres casos por cada mil. En Puebla y Chiapas los indicadores son de 15.6 y 15.2, respectivamente, mientras que en Estado de México y Tabasco fue de 14.9 y de 14.4, en cada uno de ellos.

El promedio de la razón de mortalidad materna, indicador clave para el desarrollo integral de las niñas y niños, para el periodo 2010-2018, es de 38.6 defunciones por cada 100 mil nacidos vivos. En Guerrero el promedio es de 63.9; en Chiapas de 59.6; en Oaxaca es de 53.7 y en Chihuahua es de 52.

El promedio de 2010 al 2018 de la tasa de mortalidad de menores de cinco años por enfermedades diarreícas es de 8.3 defunciones por cada 100 mil en el grupo de edad, mientras que el promedio de la tasa de mortalidad de menores de 5 años por enfermedades respiratorias agudas para el mismo periodo es de 18.8.

En el caso de la tasa de mortalidad de menores de cinco años por deficiencia nutricional el promedio del periodo indicado es de 4.4 defunciones por cada 100 mil; en este caso, la diferencia entre estados es abismal: en Oaxaca es de 14.2; en Guerrero de 10.9; en Chiapas de 10.2; en Chihuahua de 9.6; en Puebla de 7.5 y en Veracruz de 7.3. En Nuevo León es de 1.1, mientras que en la Ciudad de México y Baja California de 1.5 en cada una de estas entidades.

Del 2008 al 2018 se han perpetrado más de 12 mil homicidios en contra de niñas, niños y adolescentes; mientras que la principal causa de muerte del primero a los 9 años de vida son los accidentes, y particularmente los accidentes de tránsito.

POBREZA

De los poco más de 41 millones de niñas, niños y adolescentes que había en México en el año 2016, el CONEVAL estimó que el 51.1%, es decir, 20.7 millones, vivían en condiciones de pobreza, y entre ellos, 3.6 millones vivían en condiciones de pobreza extrema. En Chiapas, la pobreza infantil alcanzó en ese año al 77.1% de los menores de 18 años; en Oaxaca el porcentaje fue de 70.4%; en Guerrero, 64.4%; en Veracruz 62.2%; y en Puebla, 59.4 por ciento.

Según el Inegi, en el 2016, en los hogares en los que hay niñas, niños o adolescentes, hubo altos porcentajes donde se quedaron sin comida, al menos una vez, en los tres meses previos a la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares. En Tabasco, el porcentaje fue de 30%; en Oaxaca, 18.6%; y en Guerrero, Campeche y Veracruz, 14.7% en cada uno de ellos.

Al ponderar estos y otros indicadores en el Índice de los Derechos de la Niñez, 2018, publicado por el Programa de Estudios del Desarrollo de la UNAM, en una escala del 1 al 10, México obtiene un puntaje de 5.6 puntos en el cumplimiento de los derechos de la niñez. Las entidades con peores valores son Guerrero, con 4 de 10 puntos posibles; Michoacán con 4.3; y Chiapas con 4.8.

 

Forbes