Para Concepción Antonio su mayor cualidad es la capacidad de convertir una negativa en algo positivo. Esa filosofía ha sido el distintivo y guía de su desarrollo como mujer, madre y servidora pública.
“Cuando me dicen que algo no se puede, siempre encuentro la forma de conseguirlo. Nunca me he conformado a la primera y considero que eso me ha ayudado para ser la mujer que soy”, señaló.
Su sonrisa es contagiosa; abierta y clara, Concepción expresa su satisfacción por la labor que realiza en la Comisión Mixta de Escalafón de la Secretaría de Administración, área encargada de emitir y ejecutar las convocatorias para que trabajadoras y trabajadores públicos puedan ascender en su situación laboral.
Es meticulosa con su labor, pues trata de ser empática con las necesidades de sus compañeras y compañeros. Al recibir un documento de solicitud, lo revisa y hace las observaciones pertinentes a fin de que esté correcto y les sea útil para mejorar sus condiciones laborales.
“Definitivamente me gusta mi trabajo, tener contacto con la gente, ayudar a quienes tienen dudas o desconocen los trámites. Lo hago convencida de que servir a los demás, nos da sentido como personas”, refirió.
Concepción tiene claridad sobre sus prioridades. Es madre y también esposa e hija, por ello, separa la vida privada del trabajo y una vez que concluye su horario laboral, pone toda su atención en su familia, su casa y disfrutar de esos momentos que para ella son lo más valioso.
“Siempre me he considerado una mujer activa, tenaz y con la capacidad de combinar ambas tareas. No me veo un día sin estar trabajando porque creo que puedo dar mucho más”, menciona.
El trabajo es una bendición –asegura al recordar que hace 15 años se incorporó a la Secretaría de Administración- te ofrece satisfacciones cuando alcanzas una meta, aunque crecer profesionalmente no ha sido fácil, ver en retrospectiva mi aprendizaje, me hace sentir orgullosa.
Concepción tuvo que hacer una pausa en su educación profesional para incorporarse a la vida laboral, sin embargo mantiene firme el objetivo de concluir su licenciatura. “Es la meta que me he planteado y estoy segura la voy a conseguir”, sentencia sonriente y emocionada.
Nada me falta –advierte- estoy satisfecha con mi trabajo, con mi vida familiar y sobre todo cuando veo a mis hijos, su calidez humana, su tenacidad en algunos momentos, creo que estoy haciendo bien las cosas y me siento feliz.
Desde su lugar de trabajo en Ciudad Administrativa, Concepción transmite confianza y optimismo a sus compañeros, sobre todo en aquellos momentos en que la tensión o carga de trabajo absorben sus energías.
“Debemos sentirnos agradecidos por lo que tenemos y con ánimo de dar lo mejor de nosotros en todo momento. Los problemas, las dificultades no pueden limitarnos para hacer mejor las cosas, con voluntad, todo se puede”, puntualizó.