Hoy se inicia el periodo extraordinario de sesiones en el Palacio Legislativo de San Lázaro con objeto de dar cumplimiento a la aprobación que hizo la Comisión de Justicia a las tres minutas enviadas por el Senado de la República, además para la discusión y resolución del tema de desafuero de la diputada local de Sinaloa, Lucero Guadalupe Sánchez López, por el uso de documentos falsos que utilizó para poder ingresar al penal donde se encontraba preso, Joaquín Guzmán Loera, más conocido como El Chapo, prisión de alta seguridad de la que por cierto, logró fugarse a través de un túnel.
Estos tres dictámenes conciernen a la expedición de las Leyes Nacional de Ejecución Penal y Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, adicionando las reformas a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada. Cabe mencionar que se agregarán dos dictámenes más como son las disposiciones sobre Fiscalización y rendición de cuentas de la Federación, y las reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.
Este periodo extraordinario de sesiones que hoy inician los legisladores fue en extremo manoseado porque unos querían llevarlo a cabo y otros francamente no al afectar intereses políticos evidentes. Incluso, se tuvo la sospecha de no querer llevarlo a cabo, a fin de no enfrentar temas inconvenientes que pudieran crispar, todavía más, el ánimo del electorado.
Fue por ello, principalmente, que los congresistas decidieron iniciarlo hasta este 13 de junio después de largas discusiones llevadas y discutidas en las cámaras como en los medios, en los que francamente se vieron pésimo y sospechosos de intentar “taparle el ojo al macho”, y así no poner en riesgo las candidaturas partidistas.
Nunca imaginaron que, a pesar de la jugarreta utilizada para ampliar los márgenes de tiempo las elecciones les fueran adversas por lo que ahora, los lamentos y disculpas como pretextos con eco sepulturero, se alcanzan a escuchar en las amplias salas de San Lázaro incluyendo, por supuesto, los relevos en el partidazo, así como en el gabinete.
Una vez terminada la contienda electoral y ya aseados, limpios de tanta suciedad de campañas sucias, “los padres de la patria” se han puesto a trabajar – bueno, eso dicen – y están listos para legislar sobre los temas arriba mencionados.
Es conveniente recordarles a los integrantes de este periodo extraordinario de sesiones que si bien son importantes los temas de los adolescentes, el desafuero de la diputada amiga del Chapo, las leyes contra la delincuencia organizada y demás; lo que urge e interesa más a la nación son las iniciativas necesarias para acabar con la corrupción en todos los niveles de gobierno y privado que ahoga al país.
Si se aprobara la iniciativa llamada 3×3 que daría validez, credibilidad y claridad a las acciones públicas que deben ser del todo transparentes y no parciales como se observó en las documentaciones presentadas por los candidatos a gobernador a las gubernaturas en juego, en las cuales propiedades y riquezas no fueron declaradas del todo declaradas.
Tres documentos mínimos deberían presentar todos y cada uno de los funcionarios públicos que pretendan “servir a la patria” y no servirse de ella, a fin de que congresistas y nuevos gobernadores devuelvan la credibilidad al gastado sistema de gobierno vigente.
Uno, declaración patrimonial pública y sin reservas; dos, declaraciones de pago de impuestos de los últimos años; y tres, la declaración de posibles conflictos de intereses reales, a fin de que todo el que lo desee pueda conocerlo, de esta forma ante una acción de cualquier funcionario público se podrá determinar si existe o no un conflicto de intereses y así puedan ser sometidos a una legislación de comités de ética externos y especializados que podrían determinar la existencia o no de un conflicto de intereses y lo que se debería hacer para evitarlo.
Creo que la nación es lo que espera de este periodo extraordinario de sesiones, que no es otra cosa que prevenir y proteger a México de todos aquellos que lo han abusado sin que hasta ahora nada suceda. Da nausea enterarse de que tal o cual gobernador dispuso de 3 o 7 mil millones de pesos para su beneficio y el de sus adláteres, o del gasto de 600 millones de pesos para elegir a sesenta diputados como acaba de suceder en la Ciudad de México.
Estoy cierto, de que Venustiano Carranza, al convocar al Congreso Constituyente para redactar la Constitución de 1917, no gastó el equivalente a tan descomunal suma de dinero a pesar de que trasladaron a 210 diputados al Estado de Querétaro en donde estuvieron recluidos tres semanas para redactar el documento constitucional. Por todo esto y por más el tema anticorrupción es prioritario.
El resto de los temas no tienen mayor problema para su discusión y aprobación; lo peliagudo es el tema anticorrupción, toda vez que los tiempos de pensar en cubrirse las espaldas ha llegado para algunos funcionarios públicos cuando asoma ya el ocaso de un gobierno duramente cuestionado en este tema.
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