Diana Mendez
En el marco del Día de la Libertad de Expresión, el periodista Álvaro Cuitláhuac denunció públicamente la persistencia de la impunidad en el caso de la agresión que sufrió junto a su familia por parte de elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), ocurrida el pasado 7 de marzo durante un operativo en las inmediaciones de la Central de Abasto de Oaxaca.
Durante una conferencia de prensa, el comunicador relató que los agentes irrumpieron violentamente en su domicilio ubicado en la calle Prolongación de Galeana, sin mostrar orden de cateo ni de aprehensión. Al documentar y transmitir en vivo los hechos a través de redes sociales, y tras identificarse como reportero, fue agredido físicamente, al igual que sus familiares que intentaron auxiliarlo. Todos fueron detenidos de manera arbitraria y liberados horas después, sin explicación oficial.
La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) inició el expediente DDHPO/0357/(01)/OAX/2025, en el que concluyó que existieron violaciones graves a derechos humanos: allanamiento ilegal, uso excesivo de la fuerza, detención arbitraria, y restricción a la libertad de expresión. En consecuencia, la DDHPO emitió la Recomendación 9/2025 dirigida a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, en la que exigió una disculpa pública, la inscripción de las víctimas en el Registro Estatal de Víctimas, reparación integral del daño y capacitación en derechos humanos para los agentes implicados.
A cuatro meses de los hechos, la Fiscalía no ha presentado la supuesta orden judicial que justificara su actuación, y los elementos involucrados continúan en funciones. Para el periodista, esta omisión demuestra una preocupante falta de voluntad institucional para sancionar a los responsables y garantizar justicia.
“Lo que nos ocurrió no es un caso aislado, sino un reflejo de los riesgos que enfrentamos quienes ejercemos el periodismo en contextos adversos”, declaró. En su mensaje, subrayó que la libertad de expresión no es un privilegio sino un derecho fundamental, base de toda sociedad democrática. Reiteró su llamado a las autoridades para garantizar el respeto a este derecho y a los derechos humanos en general, y exhortó a periodistas, organizaciones y ciudadanía a mantenerse vigilantes ante cualquier intento de silenciar la verdad.
La agresión a Álvaro Cuitláhuac, ocurrida en pleno ejercicio de su labor informativa, vuelve a colocar en el centro del debate las condiciones de inseguridad y violencia que enfrentan periodistas en Oaxaca y en el país.







