El Arzobispo de la Diócesis de Antequera, José Luis Chávez Botello, consideró que después de la peregrinación que encabezó al santuario de Juquila el 18 de noviembre, con jóvenes del Seminario Pontificio de la Santa Cruz y demás de Arzobispos y peregrinos que año con año cumplen su promesa de ir al Santuario de la Virgen de Juquila, “dejó grandes experiencias, un cúmulo de enseñanza y valores”.
En conferencia de prensa, el jerarca dijo que es fundamental para la vida a las personas que participaron en la peregrinación y reconciliación que es el sendero de amor y fe.
Ante medios de comunicación, el purpurado apuntó que este tipo de peregrinaciones hacen crecer virtudes como la solidaridad, además de estimular la comprensión y experimentar la riqueza de compartir los dones.
Además, también las cualidades y conocimientos con los que te acompañan sin distinción alguna: es un ambiente de igualdad y comunidad que hermana, añadió.
Chávez Botello aseguró que las peregrinaciones humanizan y dan unidad, que qué destacan la ayuda. El servicio, la generosidad, la aceptando la austeridad y los sacrificios que se tienen que hacer en el camino hacia la meta final que es llegar a visitar al Santuario de Juquila con fe, devoción y cumpliendo una manda, como lo hacen los peregrinos cada año.
Puntualizo el líder de la ley católica que esto es motivo de fe, devoción a fin del fortalecimiento de la fe, la reconciliación y la paz de nuestro estado, así como patentizar que el peregrinar forma parte integral de la identidad cristiana y así caminar toda la vida siguiendo a Jesucristo.
