* Con el ilegal cierre del tiradero, la soberbia y mezquindad del edil de Zaachila, Rigoberto Chacón, atenta contra la salud de más de un millón de habitantes de la zona metropolitana.
*Al tirar basura en la calle a la mayoría de oaxaqueños, irresponsablemente no importa contaminar el ambiente y dañar la salud, prohijando fauna nociva y tapar las alcantarillas.
Irracional y trágicamente absurda, la realidad oaxaqueña es más que surrealista, verdaderamente kafkiana, sin embargo, como todo en el Universo, no deja de tener aspectos altamente positivos.
Este es el caso de la crisis de la basura llamada así porque están mezclados los residuos sólidos urbanos, orgánicos e inorgánicos, cuyo origen pone de manifiesto negativas actitudes humanas.
No obstante, la crisis de la basura física ha puesto de manifiesto que en Oaxaca es peor la crisis por la basura humana, por falta de ética y calidad humana, que por los residuos sólidos urbanos.
Y el mayor problema es que esa falta de ética y de calidad humana, reflejada en la soberbia y mezquindad, se hace extensiva a las ocho regiones del estado, no solo a los Valles Centrales.
Se traduce en egoísmo en grado extremo y desmedida ambición, sin límite ni llenadera alguna, a su máxima expresión. Hace realidad la maldición que el triunfo en Oaxaca se persigue de oficio.
Otra de las actitudes humanas negativas es la falta de corresponsabilidad de la propia población en general, traducida en grave irresponsabilidad al no separar los residuos y tirarlos en la calle.
A la inmensa mayoría de los oaxaqueños, irresponsablemente, no les importa contaminar el ambiente y dañar la salud de todos, prohijando fauna nociva y tapar las alcantarillas del drenaje.
Es innegable la ineptitud e irresponsable omisión y negligencia de las autoridades de los tres órdenes de gobierno para buscar la solución a largo plazo en los 28 municipios metropolitanos.
En su actual génesis destaca la soberbia y mezquindad del presidente municipal de la Villa de Zaachila, Rigoberto Chacón Pérez, a pesar de estar comprometido con la salud como médico.
Seguramente por consigna, Chacón Pérez no tuvo ningún empacho en atentar ambientalmente contra la salud de más de un millón de habitantes de los 28 municipios de la zona metropolitana.
Tampoco tuvo ningún reparo en agredir con “fuego amigo” a sus compañeros presidentes municipales emanados del Movimiento de Regeneración Nacional con el cierre del tiradero a cielo abierto.
Criminal decisión, totalmente ilegal, ya que las 16.74-96.27 hectáreas fueron expropiadas desde 1985 a favor del Municipio de Oaxaca de Juárez y no de la Villa de Zaachila, hace 37 años.
De manera particular, provoca grave daño al ambiente, a la salud y a la imagen política y gobernabilidad municipal de su correligionario de la capital oaxaqueña, Francisco Martínez Neri.
En una maniobra genialmente perversa, el presidente municipal de la Villa de Zaachila, Rigoberto Chacón, utilizó como pretexto para el cierre del tiradero la inconformidad de las colonias aledañas.
Afortunadamente, gracias a Dios, hay una justicia universal inmanente, karma o yin yang, y al que obra mal se le pudre el tamal y, ahora, el criminal cierre del tiradero se revierte contra Chacón.
Indignados por no tener un lugar donde tirar la basura, los habitantes de Zaachila han protestado tirándola frente al Palacio Municipal y exigiendo que no se contaminen sus fuentes de agua.
@efektoaguila