Víctor Raúl Martínez Vásquez
Empieza el año 2010 y dentro de las primeras cuestiones que resaltan están algunos de los pendientes que nos dejó el año anterior. Uno de estos es el injusto encarcelamiento de Juan Manuel Martínez Moreno quien permanece a la espera de que se aplique el amparo que el juez quinto de lo penal le concedió este 30 de diciembre del 2009.
Como recordamos, la Procuraduría General de la República, con base en informes del gobierno estatal lo involucra en el asesinato del periodista norteamericano de Indymedia, Brad Will. No hay sin embargo ninguna prueba que lo incrimine, como si la hay de los funcionarios y policías del gobierno de Santa Lucia a quienes en diversas fotografías se les ve disparando en dirección donde el periodista se encontraba grabando las escenas de los hechos ocurridos el 27 de octubre del 2006 en la colonia Calicanto de aquel municipio cercano a la ciudad de Oaxaca. ¿Por qué entonces mantener a Juan Manuel Martínez Moreno encarcelado?
Días antes, la revista proceso del 13 de diciembre aporta algunos datos al respecto. Se trata de de las exigencias de los Estados Unidos de Norteamérica para que el crimen del periodista asesinado sea esclarecido. Es un planteamiento de la Iniciativa Mérida firmada por México y los vecinos del norte que ha representado para México 406 millones de dólares en 2008 y 786 millones de dólares en 2009. Son muchos dólares y “debe” existir un culpable del crimen de Brad Will para que estos lleguen. Juan Manuel ha sido el chivo expiatorio.
Los testigos en los que se basa la PGR, son testigos falsos. Uno de ello es pariente del entonces presidente municipal, Manuel Martínez Feria, un personaje corrupto y prepotente. El otro es un camarógrafo de televisa que ahora trabaja para el gobierno estatal y que en su declaración incluso ha dicho que no vio nada. No existe pues materia para involucrar a Juan Manuel Martínez y mantenerlo injustamente en prisión. En los próximos días, se vencerá el plazo establecido por el juez para su liberación y si otra cosa no ocurre, estará pronto con su familia que lo espera.
Otro asunto pendiente es el caso de pederastia en contra del hijo de la señora Leticia Valdez Martell, en donde los involucrados directos Adán Salvador Pérez Ramírez y Hugo Gabriel Constantino García, permanecen aun prófugos con la complicidad, la connivencia de los hombres del poder, entre ellos, los Franco, de triste e infausta memoria para el pueblo de Oaxaca.
Pendientes están desde luego, los asesinatos, desapariciones, torturas, detenciones arbitrarias, etc. del régimen autoritario que vivimos en Oaxaca y que llevaron a la Suprema Corte de Justicia a encontrar al gobierno de Ulises Ruiz como responsable de graves violaciones a los derechos humanos durante el 2007 y el 16 de julio del 2007 en que casi matan a Emeterio Merino Cruz.
Siguen esperando justicia las familias de Marcos García Tapia, Andrés Santiago Cruz, Pedro Martínez Martínez, Pablo Martínez Martínez, José Jiménez Colmenares, Lorenzo San Pablo Cervantes, Arcadio Fabián Hernández, Alejandro García, Jaime René Calvo, Pánfilo Hernández, Daniel Nieto Ovando, Brad Will, Esteban Zurita López, Emilio Alonso Fabian, Alberto López Bernal, Fidel Sánchez García, Roberto Hernández López, Raúl Marcial Pérez, asesinados en el 2006.
También esperan justicia las familias de los desaparecidos Edmundo Reyes Amaya, Gabriel Edmundo Cruz Sánchez, presuntos miembros del EPR; de las indígenas triques Daniela Ortiz Ramírez y Virginia de los mismos apellidos, desaparecidas el 5 de junio del 2007 y de Lauro Juárez, ocurrido en Santos Reyes Nopala.
Familias de las indígenas triques asesinadas por difundir su palabra en la radio comunitaria “La Voz que rompe el silencio” , Felicitas Martínez y Teresa Bautista, también esperan justicia, así como las de quienes han sido asesinados en el 2009 el contexto de la lucha social y política del pueblo de Oaxaca: Beatriz López Leyva en Jicayán, el profesor Artemio Norberto Camacho en el mismo municipio , Leonor Ortiz Barriga en San Pedro Totolapam, Joselito Marroquín Martínez en Chahuites, Leonardo García Cruz de CODECI en la carretera de Ixtlán , el profesor Eleazar Martínez Almaráz en Loxicha, entre otros y otras como las decenas de mujeres asesinadas en el 2009.
A este último respecto, un recuento detallado de nuestro tocayo Víctor Zárate, publicado en un diario local el 26 de noviembre del 2009, nos reporta para ese año, entre otros, los asesinatos, muchos de ellos macabros y aberrantes de: Julita Martínez Martínez, Judith Dolores Cruz, Hilaria Serrano Nicolás, Alejandra Fierro González, Elena Lina Chiñas Karlock, Alfonsa Rivera, Matilde Santiago Reyes, Obdulia Gómez García, Lizbeth Ortiz Velásquez, María Dominga Librada Bustamante, Verónica López Guzmán, Rosa Isabel Acevedo Villanueva, la misma Beatriz López Leyva ocurrida el 7 de abril, Inés Bernardina Núñez Calixto, Nayely González Morales, Ana Karen Cruz Henríquez, Josefina López Mateos, Emilia Gómez Dolores, Rosalía Patricia Santos Narváez, Cinthia Janet Troncoso Sánchez, Martína de Jesús Flores, Austreberta Cruz López, Roberta Villanueva Ramírez, Eva Jacinto Jacinto , Claudia Jovita García, Aurelia Pablo Santiago, Patricia Martínez Cuevas, la niña de seis años Yoselin Basilio Gómez, Josefina Carvajal Díaz, Karolina García Ruiz, Tomasa Pérez Maldonado, Levit Méndez Velasco, la niña de dos años Bernice Natali Hernández Valentin, Herlinda Jiménez Gutiérrez, Petrona Cruz Lázaro, Inés Rojas Miguel, Rosa Aguilar, Consuelo Barragán Noyola, Catarina López Aguilar, Margarita Vásquez Aragón, Soledad Bravo Ramírez, Rufina Zavaleta Ojeda, Guadalupe García Francisco, María Luisa Najera, Marcela Sánchez Ramírez, Angelina Pérez Osorio, Nicolasa Gómez Pérez, Rufina Almaráz. Y la procuraduría niega que haya feminicidio en Oaxaca. Las leyes antiaborto también contribuyen a la muerte de muchas mujeres.
El autoritarismo, la injusticia, la discriminación, la corrupción, la crisis, el desempleo, etc. son parte de los resabios que nos deja el 2009. Esperemos que este 2010, mejoren las cosas con el concurso de todos y de todas. Recuerden: “No hay mal que dure cien años”.
(Para quienes no lo conocen, sería importante que lean el artículo de Patricia Dávila publicado en la revista Proceso de esta semana, se titula “Ulises Ruiz: una fortuna sobre las ruinas del estado”).