La estrategia del gobierno federal para combatir el sobrepeso y la obesidad a través de la activación física, no cumplió con la promesa del presidente Enrique Peña Nieto de “mover a México”, además dejó un adeudo de 56 millones de pesos que no han sido comprobados y la Conade no ha emprendido las acciones legales correspondientes para recuperarlos.
Entre la cascada de pendientes que Peña Nieto heredará a la administración de Andrés Manuel López Obrador destaca la urgente tarea que desde Vicente Fox han dejado pendiente todos los mandatarios: lograr que la población mexicana reduzca los alarmantes niveles de sobrepeso y obesidad infantil y en adultos.
Cifras de la dirección de Activación Física y Recreación de la Conade indican que entre 2013 y 2015, se destinaron 605.4 millones de pesos que se repartieron en las 32 entidades del país, la UNAM, el IPN, el IMSS y el Instituto del Deporte de los Trabajadores (INDET), entre otros, pero de nada sirvió pues no hay evidencia que demuestre la disminución de estos problemas.
El Programa Nacional de Activación Física llamado Ponte al 100 nació muerto. En su fase piloto, el compromiso de medir a tres millones de mexicanos y de instalar en todo el país cuatro mil 200 centros de mediciones, como parte de la estrategia, nunca estuvo ni cerca de cumplirse. En el plan piloto, finalmente, sólo se realizaron 163 mil 270 evaluaciones.
Después de que este programa fue anunciado en marzo de 2013, los primeros recursos federales salieron de las arcas de la Conade hacia el Consejo Nacional para el Desarrollo de la Educación Física y el Deporte en la Educación Básica, A.C. (Condeba), integrado por los responsables de la educación física de los estados.
Conade y Condeba firmaron un convenio de colaboración por un monto de 142 millones de pesos, de los cuales 96 millones eran para el Ponte al 100; otros 45.1 millones para operar la estrategia de activación física en los Centros del Deporte Escolar y Municipal (Cedem) y 1.1 millones para pagos a los maestros de educación física bajo el concepto de “clase modelo y profesor distinguido”.
En ese mismo convenio quedó asentado que se instalarían dos mil 100 centros de medición de la capacidad funcional, es decir, la mitad de lo que Peña Nieto dio a conocer en su Primer Informe de Gobierno. Así, el 20 de agosto de 2013, Conade transfirió 73.4 millones de pesos a Condeba, pero dos semanas después, mediante un oficio firmado por el titular de Condeba, Jaime Figueroa, se informó a la dependencia federal que sólo operarían 600 centros de medición por lo cual tuvo que devolver 25.6 millones de pesos.
De esta manera, el programa estrella del gobierno peñanietista sufrió su primer ajuste: se redujo de 142 millones a 93.7 millones que se gastarían en activación física (47.6 millones), Cedem (45 millones) y clase modelo y profesor distinguido (1.1 millones).
Ponte al 100, fracaso
El Ponte al 100 es un programa que consiste en medir a los participantes para conocer su porcentaje de grasa corporal y hacer que durante tres meses realicen actividades deportivas de 45 a 60 minutos, cinco veces a la semana, bajo la supervisión de personal capacitado, junto con un régimen alimenticio especial.
Al cabo de ese tiempo deben ser evaluados otra vez para conocer si su grasa corporal aumentó o disminuyó, y así sucesivamente hasta reeducar a la población para que sea responsable de su salud.
El programa fue originalmente pensado para aplicarse en las escuelas de educación básica por dos razones 1) tener un diagnóstico del estado físico de los niños mexicanos y concentrarse en ayudarlos a ellos a tener mejores hábitos de alimentación y de ejercicio y 2) porque son población cautiva a la que se le puede realizar varias mediciones.
Pero el primer obstáculo que encontró fue cuando la Secretaría de Educación Pública (SEP) frenó el programa porque no contaba con el aval de la subsecretaría de Educación Básica. Si el Condeba enfrentó problemas para operar debidamente el Ponte al 100 sufrió otro descalabro cuando tuvo que comprobar ante Conade los recursos federales.
El 31 de marzo de 2014, el Condeba entregó de forma parcial la documentación comprobatoria. En mayo, Conade la informó sobre las inconsistencias detectadas, de tal suerte que cuatro meses después el Órgano Interno de Control (OIC) recomendó que se suspendiera la ministración de recursos públicos en tanto dicha asociación civil no comprobara el dinero.
Para ese entonces, el adeudo de Condeba era de 34.1 millones de pesos, es decir, casi el 72 % de los recursos federales que recibió para operar el programa de activación física.
En diciembre de 2014, la subdirección de Cultura Física turnó a la Coordinación de Normatividad y Asuntos Jurídicos (CNAJ) de la Conade el expediente del Condeba para comenzar con las acciones legales correspondientes para recuperar el dinero. La respuesta de la jefa del departamento de la CNAJ, Tania Cházaro, fue que “carece de facultades para ello”.
Con la llegada de Juan Manuel Garduño a la subdirección de Cultura Física -en sustitución del médico veterinario José Alberto Chávez Mendoza, amigo cercano de Miguel Ángel Osorio Chong- continuó la relación de Conade con el Condeba, organismo que presentó más documentos que dejó en 15.5 millones de pesos la cantidad pendiente por comprobar correspondiente al programa Ponte al 100.
Pero por concepto de los Cedem, la deuda asciende a 41.1 millones de pesos, esto es, el 91.3 % del dinero público que recibió en 2013. El expediente de los adeudos de Condeba se quedó guardado en la subdirección de Cultura Física. No volvió a remitirse al departamento jurídico de Conade.
Magros resultados
En cuanto a los resultados del Ponte al 100 un dato los define: en 2014, un millón 206 mil 773 personas fueron evaluadas en mil 85 municipios en dos mil 828 centros de medición.
De ese universo, sólo el 14 % de los participantes tuvieron seguimiento: 170 mil personas cumplieron con la rutina de ejercicio durante tres meses y regresaron para una segunda medición. Según los resultados, esas personas disminuyeron su porcentaje de grasa corporal entre 3 y 4 %.
Con la llegada de Alfredo Castillo a la dirección de la Conade, el Programa Ponte al 100 dejó de funcionar con recursos federales. El dueño del proyecto, el profesor de Educación Física, Juan José Palacios, presidente de la Fundación Movimiento es Salud, A.C. siguió operándolo con la ayuda de la empresa Coca-Cola, con dinero de los institutos del deporte de los estados y de algunas otras dependencias federales como PEMEX y la Secretaría de Salud (Proceso 2087).
A pesar de ser un organismo deudor, el actual subdirector de Cultura Física de la Conade, Manuel Portilla, siguió entregando recursos públicos al Condeba. En 2015, le entregó otros 30.1 millones de pesos para el Ponte al 100.
No sólo eso. Puntualmente, cada año la Conade le ha entregado recursos federales al Condeba, a través de los institutos del deporte para que realice los Juegos Deportivos Nacionales Escolares de la Educación Básica. Para los niños de primaria, destina 20 millones de pesos y para los de secundaria otros 15 millones.
El Ponte al 100 también destinó recursos para el Plan Nuevo Guerrero (9.8 millones de pesos), para el Plan Michoacán (15.9 millones) y para el INDET otros 25 millones de pesos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertó sobre la necesidad de cambiar los hábitos alimenticios en México, donde siete de cada 10 adultos (más de 20 años) padecen sobrepeso u obesidad, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2016.
Las cifras indican también que cuatro de cada 10 adolescentes (12-19 años) y tres de cada 10 niños (5-11 años) tienen los mismos problemas.
En materia de deporte, la administración de Enrique Peña Nieto quedó a deber. No sólo falló la estrategia de activación física y el combate al sobrepeso y la obesidad. Tampoco cumplió cinco de seis compromisos nacionales que hizo.
Promesas incumplidas
Nunca se estableció una plataforma con visión de largo plazo para reorganizar el sistema deportivo del país y transformar a México en una potencia (compromiso 141). No se rescataron dos mil 500 parques y espacios deportivos abandonados (142). No se construyeron 32 nuevas unidades deportivas, una por estado, con adaptaciones para personas con discapacidad (143).
No se implementó un sistema nacional de olimpiadas inter escolares (144). Tampoco se capacitó a entrenadores ni se formó a especialistas técnicos (147).
El gran logro de Peña Nieto en la materia fue el compromiso 145: organizar en México eventos deportivos internacionales de trascendencia. Lo hizo con la Fórmula 1 que le costó al país más de dos mil millones de pesos por ser sede de cinco carreras.
Fuente: proceso.com