Peña Nieto asegura que no se distrae con las descalificaciones

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Un día después de que miles de personas realizaran marchas en su contra en el Distrito Federal y otras ciudades del país, el candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, solo hizo una breve alusión a sus opositores: únicamente les dedicó… 15 palabras.

 

“No me distraigo con lo que otros señalan, ni con las descalificaciones que vienen haciendo”, expresó durante un mitin en la plaza de toros de Pachuca, donde se reunieron miles de priistas y petroleros uniformes en sus vestimentas: los cientos de trabajadores del sindicato petrolero de camisetas y gorras rojas, y los simpatizantes del PRI con camisetas blancas que exhibían distintas frases e imágenes alusivas a su hombre: cientos de mujeres y hombres portaban playeras con el nombre “Enrique Peña Nieto” enmarcado en un corazón rojo; otros tantos t-shirts con la leyenda: “Enrique soy tu fan”, acompañada de un dedo pulgar hacia arriba; y unos más, polos con la frase: “Club de fans EPN”.

Y ahí, en ese marco de unanimidad amorosa hacia él, y junto al gobernador Francisco Olvera (quien le prometió que el PRI va a ganar en Hidalgo: “La mayoría de los hidalguenses militan en el PRI”, espetó el mandatario local al preceder en la palabra a su candidato presidencial), Peña Nieto dijo que la suya es una campaña de propuestas que “quiere estar al lado de la gente… buena”.

—¿Entonces los malos son los que no son priistas y no apoyan a Peña Nieto? —se le preguntaba a un hombre de su fanaticada, un hombre de sombrero blanco y ala ancha quien presumía ser del sector campesino tricolor, quien respondía con elocuencia militante:

—¡A güevo! ¡Aquí y en todo México vamos a ganar todo!

El gobernador Olvera (“el primer priista de Hidalgo”, le decía Peña Nieto), en plena campaña dominical, era el que había alebrestado al respetable:

—Aquí tienes, Enrique, en cada hidalguense, en cada priista, un promotor de tu propuesta, un ejército… de consciencias convencidas. ¡En Hidalgo no tenemos dudas: vamos a ganar, y Enrique será Presidente!

La pura fiesta peñista en el coso taurino reconvertido en una gigantesca olla partidista. Fiesta aderezada hasta con una gigantesca cámara montada en rieles que iba y venía por un lado del escenario (cámara con capacidad para filmar cine, presumían sus operadores). Y por eso, Peña Nieto, feliz de pasearse a lo largo de un escenario en forma de herradura que le permitía tocar y dejarse tocar por sus fans, presumía que, si hay cada vez más chavos opositores a su candidatura, él también tiene sus jóvenes, a los que les prometía no solo empleo, sino, en tono similar al de Andrés Manuel López Obrador, un “México feliz, un México a donde uno quiere volver si muere, un México en el que con solo mencionar su nombre se enchina la piel”:

—Saludo a esta cada vez más entusiasta participación (en su campaña) que crece todos los días, la de los jóvenes de Hidalgo y todo México— decía.

Agencias