MÉXICO, D.F. La modernización de Petróleos Mexicanos (Pemex) no requiere de una reforma constitucional sino de una reforma fiscal integral, que le permita pagar menos impuestos, para que esos recursos los canalice a la inversión productiva y para alquilar los servicios privados que requiera sin necesidad de asociarse, expuso el senador del PRD Benjamín Robles Montoya ante el secretario de energía, Pedro Joaquín Coldwell.
En la reunión que sostuvo el Grupo Parlamentario del PRD en el Senado de la República con el funcionario federal, Robles Montoya refirió que en 2008 los legisladores federales del PRI –entre los que se encontraba Coldwell- se oponían a la privatización de Pemex, a la celebración de contratos de riesgo, a ceder a particulares áreas de trabajo de la paraestatal y a no compartir la rentas petroleras.
Por lo que, reprochó que a tan sólo cinco años de distancia presenten una reforma energética totalmente contraria, que muestra incongruencia política y lo único que busca es atender el interés del grupo en el Poder Federal no el de la Nación, al pretender entregar el patrimonio nacional a los capitales privados y extranjeros.
Durante su exposición el congresista oaxaqueño propuso:
“Para sacar adelante a Pemex debe realizarse una reforma fiscal integral, no se requieren cambios en la Constitución, sólo modificaciones a leyes secundarias y un nuevo rumbo a la política energética del país. La clave está en reducir la tasa impositiva de Pemex, de 71.5% a 62.5%, lo que representaría descargar fiscalmente a la paraestatal entre 130 mil y 150 mil millones de pesos anuales”.
Y agregó: “Estos recursos principalmente deberían ser canalizados a exploración y producción; transformación industrial de hidrocarburos; autosuficiencia de insumos petroquímicos y productos derivados; y mantenimiento, comercialización, distribución, transportación, almacenamiento, investigación y desarrollo tecnológico e internacionalización de Pemex”.
Dijo que el problema real de Pemex es que no puede cumplir con sus objetivos de ley por la falta de inversión pública, dada la pesada losa fiscal que carga ese organismo público. Y comparó que mientras la inversión en Pemex, como proporción de sus ingresos totales, fue de apenas 9.6% del año 2002 al año 2012, en Petrobras la inversión fue del 33% de sus ingresos totales.
“Como la mayoría de los mexicanos, un servidor también quiere que Pemex sobresalga a nivel mundial como una gran industria petrolera, ésto sin que el Estado Mexicano pierda rectoría en la materia. Buscamos, y así lo patentiza la propuesta que como partido abanderamos, que Pemex produzca importantes rentas públicas por la venta del petróleo y sus derivados; y que México resurja como uno de los principales productores de hidrocarburos en el mundo”, asentó el legislador perredista.