09:43 Por aire y tierra decenas de efectivos del Ejército, así como policías federales y del estado de Querétaro implementaron un operativo en esa entidad y los estados de México, Hidalgo y Guanajuato para buscar a Diego Fernández de Cevallos, quien fue privado de su libertad presuntamente por un comando armado que viajaba en dos camionetas tipo Tahoe, de acuerdo con fuentes gubernamentales.
La procuraduría de Querétaro y autoridades federales practicaron exámenes de tipo sanguíneo a los rastros hemáticos encontrados en el vehículo y a la entrada de la casa del panista, las cuales arrojaron que el tipo sanguíneo corresponde al del político. Sin embargo, para determinar que efectivamente la sangre sea del litigante se realizarán exámenes genéticos, los que pueden tomar varios días.
Los entrevistados señalaron que el vehículo en que viajaba El jefe Diego no presenta impactos de bala y se realizan trabajos periciales en materia de criminalística genética y mecánica de hechos, entre otros, para determinar qué ocurrió en el rancho La Cabaña.
Cerca de las tres de la tarde, casi siete horas después de que las autoridades de Querétaro tuvieron conocimiento de su “desaparición”, como lo calificó la Procuraduría General de la República (PGR), el presidente Felipe Calderón ordenó que se actuara de manera rápida para localizar al ex legislador panista, debido a que en el vehículo en que viajaba se encontraron rastros de sangre y se teme por su vida, señalaron los entrevistados.
En la búsqueda participa personal de Caminos y Puentes Federales (Capufe), toda vez que se están revisando todas las grabaciones de las casetas de las carreteras de los estados que rodean Querétaro.
Fernández de Cevallos, El jefe Diego, fue señalado entre 1994 y 1997 como un abogado que tenía nexos con el narco.
Salió a la luz que era representante legal junto con Fernando Gómez Mont del hospital Santa Mónica, donde se realizaron cirugías plásticas a narcotraficantes como Vicente y Amado Carrillo Fuentes.
Trascendió que la PGR investigó sus nexos con el Grupo Financiero Anáhuac, ya que fungió como apoderado legal de la compañía y también del accionista Jorge Bastida, presunto prestanombres de los Carrillo Fuentes, líderes del cártel de Juárez.
En 1997, El jefe Diego fungió como representante legal del hospital Santa Mónica, donde Amado Carrillo fue operado y murió; y también de la funeraria García López, donde se veló el cadáver del capo con el nombre de Antonio Flores Montes.
La desaparición
Fernández de Cevallos habría sido levantado casi a las 23 horas del viernes, cuando ingresaba a su rancho La Cabaña, en el municipio de Pedro Escobedo, Querétaro.
A las 14:40 de ayer la PGR emitió el primer comunicado de prensa sobre el caso, en el que ninguna autoridad se pronunció antes que el Ministerio Público Federal.
El titular de la PGR, Arturo Chávez Chávez, y el de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, Genaro García Luna, según versiones de comunicación social de esas instituciones, acudieron al rancho de Fernández de Cevallos para dirigir las operaciones de búsqueda e investigación y se reunirían con autoridades locales para conocer sus avances.
Supuestamente Fernández de Cevallos y un empleado eran los únicas personas en el rancho La Cabaña cuando ocurrió su desaparición, indicaron fuentes federales.
En círculos de la PGR, la SSP federal y la Secretaría de la Defensa Nacional surgieron versiones encontradas, nunca confirmadas, de que Fernández de Cevallos habría fallecido o estaría hospitalizado en Querétaro o Guanajuato.
Diego Fernández de Cevallos en una reunión en materia electoral en Gobernación, el 20 de febrero de 1990Foto Fabrizio León
La procuraduría de Justicia de Querétaro informó que luego de su desaparición se encontraron tirados unos lentes, plumas y tijeras, así como rastros de sangre.
Fernández de Cevallos utilizaba esa propiedad para descansar los fines de semana, por lo cual no había más ocupantes, salvo el vigilante que habita otra casa ubicada a unos 300 metros de la vivienda principal.
Funcionarios federales señalaron que los primeros datos que obtuvieron y que les llamaron la atención fue que el velador no se percató de nada, aunque declaró haber escuchado el motor del vehículo de su patrón cuando llegó.
Cerca de las 20 horas la PGR emitió otro comunicado para señalar que el Ministerio Público Federal, la SSP federal y la procuraduría local “continúan realizando las diligencias correspondientes para establecer el paradero de Fernández de Cevallos” y que “hasta el momento no existen datos que permitan modificar el rumbo de las investigaciones que indican que Fernández de Cevallos se encuentra en calidad de desaparecido”.
El vocero de la PGR, Ricardo Nájera, aseguró que “de momento la investigación es responsabilidad directa de la procuraduría de Querétaro, la PGR sólo coadyuva en lo que se le solicita”.
El Ministerio Público de Querétaro inició la averiguación previa SC/31/2010. Hasta el cierre de esta edición la PGR no había informado que hubiese comenzado alguna indagatoria.
El subsecretario de Gobierno de Gobernación, Roberto Gil, aseveró que las autoridades federales están dedicadas a localizar al ex senador, y que “no hay ningún elemento que lleve a esa conclusión”, en referencia a las versiones difundidas por Internet respecto a que ya se había hallado el cuerpo de Fernández de Cevallos.
En Gobernación se aseguró que el titular de la dependencia, Fernando Gómez Mont, se hallaba, hasta la noche de este sábado, en la ciudad de México. Otras versiones señalaron que en el Distrito Federal estaban reunidos integrantes del gabinete de seguridad.
La desaparición ocurrió dos días después de que fue ejecutado el precandidato panista a la alcaldía de Valle Hermoso, Tamaulipas, Mario Guajardo Varela, su hijo y uno de sus empleados. Supuestamente integrantes del cártel de Los Zetas habían tratado de cooptarlo.
También días después de que el titular de la PGR reconoció que los grupos del crimen organizado “han implantado su ley de violencia y muerte en regiones donde la debilidad institucional y la carencia de una estructura moral y solidaria de la sociedad eran ya una problemática profunda y arraigada”.
Lo sucedido a El jefe Diego ocurrió a 20 días de que su socio en el despacho de abogados y en la representación legal del hospital Santa Mónica, Gómez Mont, en su calidad de secretario de Gobernación, declaró: “yo me siento a salvo”, cuando se le preguntó si los ciudadanos pueden sentirse libres de la violencia generada por la guerra del gobierno federal contra el crimen organizado. “Sólo corren peligro quienes tienen miedo”, sostuvo. “Esconderse, huir, temer, es estar siempre en peligro. El cobarde muere mil veces, el valiente sólo una.”
El pasado 13 de abril Gómez Mont criticó ante los procuradores de justicia “la violencia dirigida contra contendientes políticos para tratar de someter el proceso democrático a los intereses mezquinos y particulares de unos cuantos”.
La Jornada