Dentro del catálogo de funciones que, doctrinariamente, tienen los partidos políticos en las democracias modernas, quizás las más desatendidas en nuestro sistema político son las funciones sociales y, dentro de estas, específicamente la de socialización política explicada muy didácticamente por Jaime Cárdenas Gracia en su ensayo “PARTIDOS POLÍTICOS Y DEMOCRACIA”.
Los partidos políticos, como organizaciones que nacen del cuerpo social, tienen ciertas obligaciones para con este y la de socialización política se refiere a la de educar a los ciudadanos en la democracia.
¿A qué se debe en gran medida el desprestigio de la política y de los políticos? No es un tema solo de corrupción, de incumplimiento de compromisos, de repartición de dirigencias, cargos y candidaturas entre los mismos de siempre o de indolencia ente la problemática real de los ciudadanos.
El desprestigio mucho tiene que ver con la paupérrima formación política de quienes nos representan en los gobiernos, en los congresos o en las dirigencias de los partidos políticos. Legisladores que no legislan y solo se contentan con levantar o dejar de levantar la mano; presidentes municipales conducidos ciegamente por gestores o cabilderos; dirigentes de partido que no tienen la más mínima idea de la razón de ser, las funciones, los fines y el funcionamiento de un partido político ni de los procesos electorales.
Si bien es cierto que nuestras leyes no exigen perfil profesional a nuestros representantes populares o gobernantes para serlo, necesitan un mínimo de preparación académica que los partidos de los que emanan tienen la obligación de brindarles o –como en Oaxaca- cuando son autoridades electas por Sistemas Normativos Internos (entiéndase usos y costumbres) debían ser los órganos electorales y/o alguna instancia del gobierno del estado, los encargados de capacitarles.
Lo cierto es que, hablando de partidos políticos, sus órganos de capacitación política quedan en el último de los planos. Esa tarea prioritaria se diluye entre lo urgente y lo urgente es muchas veces grilla, componenda, parafernalia.
Los partidos están obligados por ley a tener en su estructura un órgano de educación política. De facto lo tienen pero en la realidad es inoperante, en casi la generalidad de los casos.
Es por eso que en el Partido Verde queremos marcar diferencia y darle a la capacitación política el espacio de prioridad que amerita en medio de esta crisis institucional. La solución a las desgracias de nuestro estado habrá de pasar por una nueva generación de políticos formados académicamente. Que entiendan la raíz de los problemas, que comprendan el sistema político, que sepan que la política es más que una simple actividad humana.
El sábado último tuvimos la visita de nuestro Secretario Nacional de Capacitación y le tendremos seguido en Oaxaca. Vino a capacitar a nuestra estructura en temas de partido. Y al mismo tiempo recibimos respuesta favorable por parte del INE a nuestra petición de que personal del organismo nos brindara sendas capacitaciones en derecho electoral. Queremos que la profesionalización sea un gesto de responsabilidad de cara a las cada vez más crecientes exigencias de un electorado insatisfecho y desencantado.
Para nosotros la capacitación política es de la más alta prioridad y nuestro Centro de Capacitación y Formación Partidista (CECAFOPA) estará brindando cursos de capacitación y diplomados abiertos al público en general sin distingo alguno. No les pediremos que se afilien al partido ni le condicionaremos apoyo alguno para nuestras campañas. A fin de cuentas, bajo la camiseta del verde llevamos una más importante con la leyenda: “OAXACA”.
Twitter: @MoisesMolina