* Jamás previeron que para vacunar contra la corrupción a su gobernador consentido, en la mañanera el propio presidente López Obrador destapara la corrupción de David Penchyna.
Otro objetivo de AMLO antes de incorporar al gabinete presidencial a Alejandro Murat es utilizar esta coyuntura nacional para avanzar en contra de Peña Nieto-Salinas con apoyo de Trump.
Los demonios andan sueltos e intentan triunfar en México y en Oaxaca. Desde los sótanos y cañerías de un sector de la nomenklatura del PRIMOR se dio la orden tajante a los sicarios:
“¡Paren a Alejandro Murat a como dé lugar; tírenle con todo, que no llegue al gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador, porque se fortalece y puede colar a la “grande”!”.
Mea culpa. Al difundir nacionalmente el “destape” de Alejandro Murat a la “grande” por su tocayo y hermano “Amlito” contribuimos, a querer o no, guste o no, a abrir las puertas del infierno.
A los tiñosos y mezquinos malquerientes que descalifican nuestras aseveraciones, simplemente recordamos que el presidente AMLO votó por “Alito” y Murat es su gobernador consentido.
Frente a la ingenuidad o mala leche de nuestros detractores, sugerimos no perder de vista que Pepe Murat sugirió al presidente López Obrador la creación del Partido Fuerza Social por México.
Además, tampoco deben perder de vista que el responsable de la formación del nuevo partido que vendrá a sustituir a Morena es el senador Pedro Haces Barba, muratista químicamente puro.
El líder nacional de la Confederación de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tiene muchos votos y dinero.
No son buenos deseos del columnista, sino un ejercicio de creación de escenarios políticos futuros. No es casualidad que CATEM y la CNTE, tengan su base más amplia nacionalmente en Oaxaca.
A querer o no, guste o no, a los enemigos de Pepe más que de Alejandro, tampoco es casual que Pepe sugiriera a “Amlito” ir por los millones de votos de los migrantes oaxaqueños y mexicanos.
Pero los cancerberos de los enemigos de Pepe Murat, ave de tempestades, más que de Alejandro en el PRIMOR, se llevaron una gran sorpresa, este último no tiene mayor cola que le pisen.
No les quedó de otra más que echar mano de la vieja y perversa conseja: ¡Calumnia que algo queda! y fallidamente pretendieron endosarle la multimillonaria corrupción en el Infonavit.
Y entonces, se les apareció el diablo encuerado porque jamás previeron que en la mañanera el propio presidente López Obrador destapara hábilmente la corrupción de David Penchyna.
No hay que pasar por alto que en la tragicomedia de la multimillonaria corrupción en el Infonavit
David Penchyna aparece estrechamente vinculado a Peña Nieto y a Manlio Fabio Beltrones Rivera.
Así también Penchyna Grub está íntimamente vinculado al Grupo Hidalgo, encabezado por su paisano Miguel Osorio, Jorge Carlos Ramírez Marín, Rene Juárez Cisneros, entre otros muchos.
Todos ellos fueron juntos de la mano para fortalecer y apoyar la candidatura del doctor José Narro Robles a la candidatura presidencial del PRI y después a la dirigencia nacional del tricolor.
Genial show men, AMLO recibió del Fiscal General de la Republica, Gertz Manero, un cheque por dos mil millones de pesos como reparación inicial del daño causado por la empresa Telra Realty.
El exdirector del Infonavit, David Penchyna, autorizó una compensación de casi cinco mil millones de pesos a la empresa Telra Realty por la cancelación de un contrato de prestación de servicios. Del total del monto, se cubrieron dos mil millones de pesos que ya recuperó la Fiscalía General de la República y que fueron entregados en un cheque al gobierno federal en vivo y a todo color.
La perversa maniobra de López Obrador no solo fue vacunar contra la corrupción a Alejandro Murat, su gobernador consentido en México, antes de incorporarle al gabinete presidencial.
No, de ninguna manera, el verdadero objetivo fue utilizar esta coyuntura nacional para avanzar un gigantesco paso más en contra de la mafia del poder del PRIAN Peña Nieto-Calderón-Salinas.
Y qué mejor oportunidad para lograrlo que ir por Peña Nieto y levantar la mira hacia Carlos Salinas de Gortari con el apoyo total del gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Carlos Salinas de Gortari todavía era presidente de México cuando maltrató y humilló al millonario Donald Trump en una cena de gala en Washington. Jamás se lo ha perdonado ni perdonará.
Salinas, el llamado “villano favorito” le habría dicho “junior parásito” al hoy presidente Trump frente a empresarios, hombres de negocios, personalidades y políticos estadounidenses.
Un político como Trump, que al igual que López Obrador rige sus acciones políticas a partir de sus emociones y sentimientos personales, difícilmente podría olvidar un agravio como aquel insulto.
Sabedor y consciente del grave riesgo que corre en México de terminar en la cárcel el jefe de la mafia del PRIAN, para protegerse buscó y obtuvo la residencia permanente en el Reino Unido.
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