El pasado domingo en Fórmula Fin de Semana, programa de Manuel Feregrino al que concurren con su especial talento Omar Sánchez de Tagle, Roberto López y un servidor de colado; Miriam Castillo y David Lizárraga de Mexicanos Contra la Corrupción presentaron una detallada síntesis de la investigación realizada por el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación que agrupa a comunicadores de más de cien medios de todo el mundo, basada en cientos de miles de documentos que revelan la forma de cómo los ultra millonarios del mundo invierten sus recursos y ganancias en centros financieros offshore, mejor conocidos como “paraísos fiscales”; de donde se deriva la denominación de origen de la inédita pesquisa: Paradise Papers. Misma que por los montos, cobertura y “personalidades” supera a la anterior de Panamá Papers.
El hecho cobra especial relevancia periodística porque fue primicia en radio. Al inicio del programa, Miriam y David comentaron a detalle cómo se construyó la investigación, la negociación entre los periodistas involucrados que se reunieron en un lugar no revelado para acordar, fechas, alcances, tiempos de difusión, el privilegiar socializar en lugar de que fuera primicia de un solo medio; por ello al momento de estar en el estudio –de Radio Fórmula- hacían poco menos de dos horas que se habían difundido a nivel mundial los primeros detalles y eran un escándalo en otros países; ya para entonces Proceso, Milenio, Excélsior y Reforma ya traían notas al respecto en sus páginas web.
De lo comentado por Miriam Castillo y Daniel Lizárraga, a nivel internacional destacan principalmente las nuevas evidencias de la relación Trump-Putin, Rusia-Campaña que dejan al descubierto que su Secretario de Comercio, Willbur Roos, quien además fue de los principales apoyos financieros en la contienda electoral, tiene inversiones en la empresa de transporte Navigator Holdings, la cual a su vez tiene una relación financiera directa con el círculo intimo de Vladimir Putin; se revela que la compañía gasística y petroquímica rusa Sibur, cuyos propietarios son Kirill Shamalov, yerno de Putin y el magnate Gennady Timchenko, recusado en Estados Unidos por actividades que según el Departamento del Tesoro están vinculadas a Putin, han aportado más de sesenta y ocho millones de dólares a Navigator en los últimos tres años –coincidencias de la vida, los de pre campaña, campaña y uno ya en la Casa Blanca de Donald-.
Los documentos, 13.5 millones en total, muestran que también la “satanizada” Petrolera Estatal de Venezuela, PDVSA –por sus siglas-; incluso sancionada por el gobierno de Trump, es “cliente frecuenta” de los servicios de Navigator Holding; por si algo faltara la investigación pone al descubierto que Jared Kusher, el yerno y asesor consentido, recibió en dos mil quince una inversión de ochocientos cincuenta mil dólares del magnate ruso Yuri Milner a través de Cadre, una firma de tecnología inmobiliaria con sede en Nueva York, fundada en el catorce de este siglo por él y su hermano Joshua. Como se verá pura bonita familia.
Ya para cerrar el tema, comentando cómo las revelaciones que se han sucedido unas a otras sobre este tema de la conexión rusa, que a juicio de Omar –Sánchez de Tagle- “a pesar de las implicaciones le pegan y le pegan a Trump y parece que no cae nunca”; Daniel Lizárraga respondió “vamos a esperar qué pasa, falta un tercer golpe a Trump –en las revelaciones- en la semana, del que solamente les puedo decir que el tema tiene que ver con los financiadores de su campaña, ya no solamente Wilbur Roos, eso va a venir en el curso de la semana”.
Otro personaje –en este caso una dama- también puesto al descubierto por los Paradise Papers, lo es la Reina Isabel de Inglaterra; Daniel comentó que ya para esa hora el tema era un escándalo en Londres –horas después mi corresponsal en Reino Unido me lo confirmó-; la investigación revela que unos diez millones de libras de la fortuna personal de la reina fueron invertidos en las Islas Caimán y Bermuda; las libras fueron a parar al negocio de Brigh House –renta para alquilar- señalado por abusar de los más pobres y a la cadena de venta de bebidas alcohólicas Treshers, que para acabarle de poner una joya más a la corona, quebró quedándole a deber al fisco 17.5 millones de libras y causando una pérdida de seis mil empleos. Como era de esperase, voceros de la Reina ya salieron a realizar “control de daños”.
En este contexto de los Paradise Papers y a reserva de continuar con este tema inédito de evasores fiscales, incluyendo nuestras joyas nacionales; si bien es difícil predecir si tales revelaciones lograrán dañar estructuralmente la línea de flotación de Trump, en el caso de la Reina Isabel II es totalmente lo contrario. La figura de la Monarquía en Reino Unido es un símbolo de gobernabilidad y estabilidad política, económica y social. Ha logrado adaptarse con mayor éxito que otras –España por ejemplo- a las demandas y necesidades de su sociedad cada vez más diversa, informada y progresista.
La revelación del patrimonio privado de la Reina en fondos offshore ha sido una noticia que ha dinamitado al Reino Unido. Hasta este momento la situación es la siguiente: el ducado de Lancaster ha declarado, en calidad de portavoz de la Corona, que todas las inversiones de la Reina en paraísos fiscales son auditadas y legitimas. Por su parte, Theresa May ha optado callar y se ha negado a comprometerse a generar un registro público de los ciudadanos británicos que cuenten con inversiones en compañías offshore.
Jeremy Corbyn, líder del partido laborista, ha planteado que la Reina debe reconocer la dimensión de lo revelado y ofrecer una disculpa pública a su pueblo. Asimismo, sostiene que la situación financiera de la Reina debe ser sujeto de una investigación sobre evasión de impuestos. Len McCluskey, Secretario General del Sindicato de trabajadores más importante de Inglaterra, ha secundado la propuesta.
Horas críticas en Reino Unido. Parece que los paradisiacos papeles han abierto una caja de pandora….
¿Alguien puede asegurar que esto ya está decidido?
RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ / @rcastellanosh