“El hombre nace libre, responsable y sin excusas”
-Jean Paul Sartre
“Nuestro país vive una situación muy grave”, “La peor crisis jamás”, “Por eso estamos como estamos”, “al menos antes teníamos……”. Estas y otras expresiones similares son escuchadas en todos lados en nuestro país. Y esto no es algo para nada nuevo. A lo largo de mucho tiempo hemos repetido esto, nuestros abuelos, padres, y ahora muchos niños crecen con estas ideas bien, pero bien arraigadas desde pequeños. En este deporte nacional que es quejarse, aparece siempre un villano, de donde nacen todos males de nuestra nación: El gobierno.
El gobierno (sin importar el partido, si es local o federal, Ejecutivo, legislativo o judicial) siempre resalta como el generador de nuestra eterna crisis (¿No que no había mal que durara 100 años?). ¿Y los ciudadanos? ¿Y el tercer sector? ¿Y la iniciativa privada? No intento exculpar al gobierno en su gran responsabilidad por atender y resolver las necesidades de la población, menos a los gobiernos en turno, pero es muy difícil en nuestro país encontrar esfuerzos fuera de la dinámica del gobierno, del estado.
Así en el México actual y desde hace mucho tiempo, el estado sea el centro de todo. Nada fuera del estado, nada. El gobierno es el que invierte en ciencia, en educación, en cultura, en generar empresarios, en infraestructura, etc.
Si quieres estudiar una maestría en el extranjero o incluso en el país, el Gobierno te beca a través del CONACYT. Si quieres subirte al metro, el gobierno te paga la mitad del boleto. Si quieres crear y ser artista, ahí está el FONCA, CONACULTA, etc. Si quieres innovar, pues habrá que pedirle a la Secretaria de Economía una convo del INADEM. Si quieres asegurar tu futuro no pongas un negocio o te esfuerces por ser un profesional destacado, no, ¿para qué?, mejor cómprate una base en un sindicato de una paraestatal o pégate a un candidato político para que cuando gane “te ponga donde haya”.
Incluso las grandes empresas y sus “exitosos” empresarios nacionales se han construido al amparo del Estado. Digo, si le compras el monopolio de telecomunicaciones más grande de América al estado mexicano, en descuentos y a plazos (ni en elektra), y además por casi 20 años las leyes te amparan como el único proveedor de tus productos y servicios, en el sector de mayor importancia y crecimiento en el mundo, no debe de ser tan difícil ser uno de los hombres más ricos del mundo. Por más que Forbes, Alto Nivel o Entrepreneur nos quieren hacer pensar lo contrario.
Y sí, hay muchos que ahora presumen grandes riquezas y se presentan como grandes empresarios, cuando su mayor virtud fue la de ser amigo de alguien en el poder o el de darle la vuelta al fisco. Si esta es tu situación, no es como que seas un gran emprendedor, ni un gran visionario de los negocios, un Steve Jobs, Richard Branson o un Ford. Y así están los que ahora compraron empresas estatales en gangas, crecieron sus negocios al amparo del poder, y claro, los peores, quienes después de un puesto en el gobierno salen como los multimillonarios del momento, cuando todos sabemos que los números para explicar su millonada no cuadran, ni cuadraran.
¿En donde están los ciudadanos, los empresarios, los obreros, los profesionistas, los artistas? En donde está la independencia del individuo ante el Estado? ¿Será posible que en este país podamos hacer cosas en México sin estar amparados en el Gobierno, que seamos creadores de empresas, asociaciones, organizaciones, escuelas, que sean independientes del Estado? ¿Que sean económicamente sustentables, sin necesitar siempre de la beca, del apoyo, del subsidio?
México nació y sigue viviendo una estado dependencia. Aquella de empresarios supuestamente “neoliberales” pero que protegen los monopolios; de aquellos activistas “anarquistas” que pugnan y marchan por plazas estatales; aquellos artistas que nunca han vendido ni una obra y viven de beca, y beca, y beca que sale del bolsillo de los pocos ciudadanos que pagan impuestos; aquellos wanabe burócratas que lo único que saben hacer es decir “si señor” y no moverse para salir en la foto. Nosotros mexicanos siempre pidiéndole nuestro domingo a papa gobierno.
Y no, no soy un amante de que todo lo regule el mercado, ni de que todos debemos tener nuestro changarros como decía Fox, pero si soy de la idea de que debemos generar una sociedad económicamente más sustentable, dejar de admirar a aquel que se hace rico y poderoso haciendo trampas, y que se chinga a todos. A hacernos responsables en cuanto a generar nuestros propios recursos. En México todos odiamos al gobierno y el Estado es el origen de todos los males, pero como en una relación disfuncional, nos sentimos cómodos de que sea el poseedor de todo el poder y de los recursos nacionales.
Seamos más individuos y menos estado, al fin y al cabo, sería una apuesta en donde tenemos poco que perder. Hagamos menos política y más ciudadanía.
Twitter: @Pachecoperal