Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco anunciará la fecha de canonización de los nuevos santos mexicanos Cristóbal, Antonio y Juan, conocidos como los “niños mártires de Tlaxcala”, el próximo jueves 20 de abril.
Según confirmó hoy la Santa Sede, ese día tendrá lugar en el Palacio Apostólico del Vaticano el Consistorio Ordinario para la canonización de varios beatos, es decir un encuentro del pontífice con cardenales para decidir fechas de elevación a los altares de futuros santos.
Además de los mexicanos, en esa reunión también se decidirá cuándo serán canonizados Francisco y Jacinta Marto, los famosos pastorcitos a los cuales se les apareció la Virgen María 100 años atrás, en la localidad portuguesa de Fátima.
Aunque falta la confirmación oficial, en Roma todos dan por descontado que su canonización tendrá lugar justamente en Portugal, el próximo 13 de mayo, ya que ese día el Papa Francisco presidirá una gran misa en el santuario de las apariciones, como parte de una visita apostólica al país.
Asimismo, en el Consistorio, Jorge Mario Bergoglio decidirá la fecha de canonización de los beatos André de Soveral, Ambrósio Francisco Ferro, presbíteros, y Mateus Moreira, junto con otros 27 compañeros, martirizados en 1645 en Río Grande do Norte, Brasil.
Completan la lista de los futuros santos Faustino Míguez, sacerdote escolapio, fundador del Instituto Calasanzio de las Hijas de la Divina Pastora y Angelo de Acri, sacerdote de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos.
Según establece la ley de la Iglesia católica, las ceremonias de canonización deben ser celebradas por el Papa. Por esto, existe alta posibilidad de que la elevación a los altares de los niños mártires tenga lugar en la Plaza de San Pedro del Vaticano en la segunda mitad de este 2017.
De gran veneración popular, Antonio, Cristóbal y Juan son consideradores los primeros mártires de todo el Continente Americano; se convirtieron al cristianismo tras ser evangelizados por los frailes franciscanos y dominicos.
Cristóbal, llamado también con el diminutivo “Cristobalito”, nació en Atlihuetzia (Tlaxcala) entre 1514 y 1515; era el hijo predilecto y heredero del cacique Acxotecatl. Asistió a la escuela de los misioneros franciscanos.
Tras una discusión, el muchacho comenzó a romper los ídolos paganos de su padre y este último urdió un plan para asesinarlo: lo molió a golpes y luego lo empujó a una hoguera. Aunque su madre lo salvó, murió unos días después. Todo ocurrió en 1527, cuando tenía 13 años.
Antonio y Juan nacieron entre 1516 y 1517 en Tizatlán (Tlaxcala). Antonio era nieto y heredero de un cacique local, mientras Juan era su servidor; ambos asistían a la escuela de los franciscanos.
Ellos decidieron acompañar a unos frailes en una expedición a Oaxaca, para fungir como intérpretes ante otros indígenas. En Cuauhtinchán, Puebla, fueron atacados por algunos lugareños mientras recogían los ídolos de barro.
Primero golpearon con palos a Juan, que murió al momento. Antonio, fue apaleado hasta perder la vida tras reclamarle a los asesinos. Sus cuerpos fueron arrojados en un terreno cerca de Tecalco, pero fueron recuperados y trasladados a Tepeaca, donde recibieron cristiana sepultura.
Los tres niños mártires de Tlaxcala fueron declarados beatos por el Papa Juan Pablo II en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe de la Ciudad de México, el 6 de mayo de 1990.
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