Aparte de la celebración de su onomástico el 31 de enero y de los recuerdos de sus nupcias, el 18 de febrero, quedará grabada para siempre esta fecha en Aida Fabiola Valencia Ramírez.
Ese día, las y los diputados le cobraron la factura al rechazar su designación al frente de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (SEDESOH), tras la renuncia del perredista Alejandro López Jarquín.
La exdiputada federal por el Movimiento Ciudadano rumió su coraje. Dentro de su trayectoria se registra como coordinadora regional en la Sierra Sur –en las dos campañas de Gabino Cué Monteagudo–, luego, estuvo como Coordinadora de módulos de desarrollo sustentable del gobierno estatal, pero todo eso poco importó.
La consigna fue cerrarle el paso. La promoción que le hicieron los diputados Jaime Bolaños Guzmán y Ericel Gómez Nucamendi no prosperaron.
Las y los diputados, supuestos aliados del gobernador, se rebelaron. Hicieron su berrinche.
La aguerrida mujer de 38 años, originaria de San Agustín Loxicha, creyó solo en la confianza de su trayectoria. Si bien su inclinación era más por el Partido de la Revolución Democrática, su gran pecado fue anunciar su incorporación al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), y acompañar a su líder Andrés Manuel López Obrador.
El dueño del Partido Social Demócrata, el exdiputado local perredista y hoy candidato a gobernador por esas siglas, se sumó al voto en contra.
En el rechazo se argumentó que la SEDESOH no puede ser centro de negocios, donde se firmen contratos para embolsarse partidas secretas. Las y los señores diputados susurraron: “quieren convertir a esa dependencia en un botín”.
–¿Perdió el control el gobernador? –Se le preguntó a un diputado, quien justo en la votación de aquella tarde del 18 de febrero acudió al mingitorio y salvar así su “honra”.
–¡Lana! Eso es lo que quieren. De cuándo aquí dicen que no reúne los requisitos entre ellos la experiencia.
Según el confidente, el que la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado haya cerrado “las llaves” y que el dinero sea liberado por pequeñas ministraciones, es lo que originó el rechazo a la ratificación de Valencia Ramírez.
Porque si de corrupción se tratara, en la comparecencia de Alejandro López Jarquín, el funcionario pudo haber sido cuestionado y exhibido por las y los legisladores. Nada.
Adolfo Toledo Infanzón, legislador por el PRI y presidente de la mesa directiva, sabía que todo se trataba de un berrinche. Ni siquiera venganza.
Si bien el ejecutivo estatal tiene 10 días hábiles para hacer otra propuesta, de inmediato trascendió que no sucederá.
En un comunicado el Gobierno del Estado difundió el acatamiento de la determinación de esa soberanía, la cual forma parte de la democracia que se construye.
Lo cierto es que en Palacio de Gobierno había enojo. Mientras, Aida Valencia quedará –seguramente por varios meses–, encargada del Despacho de la SEDESOH, al igual como Héctor González Hernández en la Secretaría de Salud.
Una vez más, el gobierno estatal es el hijo adoptivo de los intereses atrincherados en el Congreso del Estado.
El show sigue…
PD.- ¿Sabe usted cómo vota su diputado y a favor de qué lo hace? ¿Sabe usted cuántas veces su diputado ha visitado su distrito y hablado con sus habitantes? Son simples preguntas.
Por: Alan BATALLA
Vía Viral Noticias