Decenas de personas salieron a las calles para conmemorar el día con el que rechazan las detenciones arbitrarias del ejército de Israel a palestinos, así como las deplorables condiciones dentro de las cárceles.
A la conmemoración se unieron más de mil 200 prisioneros, que sostienen una huelga de hambre, con la que denuncian y exigen también el fin de los actos de tortura de los que son objeto, la falta de juicios claros, escasa atención medica y violencia.
“Existe un gran deterioro en cuanto a las penas y las formas de conseguir información en los interrogatorios. Las leyes israelíes han cambiado para imponer más y más presión a los encarcelados palestinos”, comentó Lea Tsemel, abogada de presos palestinos en Israel.
En la actualidad existen más de 4 mil presos palestinos en cárceles israelíes acusados de delitos que engloban desde ataques con misiles hasta lanzamiento de piedras a territorio judío. De estos, 320 fueron detenidos sin acusación formal y han permanecido cautivos durante años sin que se siga proceso penal alguno.
Ninguno de estos reos tiene permitido recibir visita de sus familiares o llamarles por teléfono. Raramente tienen acceso a servicios médicos y permanecen en condiciones de hacinamiento.
El panorama que viven los reos ha sido denunciado por diversas facciones palestinas que han rechazado un encuentro entre líderes palestinos e israelíes, que se ha desarrollado en plena huelga de hambre de los prisioneros.
“Vemos la reunión como una puñalada a la espalda de los prisioneros. Los negociadores deberían cancelar estos encuentros y no reunirse cuando existan huelgas de hambre de cautivos”, señaló Sami Abu Zuhri, líder de Hamas.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha sostenido varios encuentros para tratar las condiciones de detención de los prisioneros, sin que hasta el momento haya mejorado considerablemente la situación.
Agencias
