Importante evento convocado por Francisco Cervantes Díaz, presidente de la Concamin, celebrado en Oaxaca con asistencia del Presidente de la República; gobernadores de los estados del Sur-Sureste, legisladores de ambas cámaras legislativas, secretarios del gabinete presidencial, industriales, inversionistas, presidentes nacionales de cámaras empresariales, sociedad civil, mandos navales y militares, académicos, líderes sociales y medios de comunicación.
La asistencia de las más importantes organizaciones empresariales, presidentes de las cámaras, asociaciones, fundaciones y dirigentes de los diferentes sectores a este acto, dan idea de la importancia del evento: la firma del Pacto Oaxaca. Acto de especial significado para la zona del Sur-Sureste.
¿Que significa el Pacto Oaxaca?
Se trata de revertir la pobreza y dar paso al desarrollo económico con sistemas productivos robustos con capacidad para rescatar de la miseria e informalidad a los trabajadores e incorporarlos al mercado laboral formal.
“Los hechos ahora logrados, son ejemplo de lo que vamos a firmar en el Pacto Oaxaca, por ejemplo, Eduardo Tricio, está impulsando una cuenca lechera para Tabasco. El Grupo Alfa en Coatzacoalcos tiene presencia, Index de igual forma y con el deseo de traer a Oaxaca a más industrias exportadoras”, afirmó el presidente de la Concamin.
Francisco Cervantes Díaz, hizo mención de que el Consejo Mexicano de Negocios, el Consejo Coordinador Empresarial, el pasado 13 de junio, firmó un convenio de 32 mil millones de dólares para el desarrollo de México y principalmente del Sur-Sureste.
El empresario agregó: “El fortalecimiento productivo de nuestro mercado interno; invertir en lo hecho en México para crear empleo y empresas en el Sur-Sureste que tengan un impacto positivo sobre el bienestar de la población es lo que hay que lograr.
Gobiernos y empresas privadas debemos de trabajar juntos para tener éxito.” “México no debe ser un país con más de 52 millones de personas en pobreza o el lugar donde el 57% de los trabajadores lo hacen vinculados en el mercado informal.”
Si el gobierno federal logra construir el Tren Maya, el Corredor Interoceánico del Océano Pacífico al Golfo de México; la Refinería de Dos Bocas y la rehabilitación de la línea ferroviaria que comunica al Puerto de Coatzacoalcos con el Puerto de Salina Cruz para el 2021 sumado a la inversión privada estaríamos en presencia de un escenario fantástico que transformaría radicalmente la realidad injusta de las poblaciones del Sur-Sureste con inversiones e infraestructuras que eleven la calidad de vida de las generaciones actuales y las futuras.
El magno proyecto gubernamental y el privado para el Sur-Sureste tiene futuro brillante. Sin embargo, las experiencias de administraciones federales pasadas deben de servir a los nuevos emprendedores—Gobiernos y empresarios. Como modelo de lo que no se debe hacer a riesgo de fracasar.
Una de estas experiencias fue realizada durante el gobierno del presidente Adolfo Ruiz Cortines—1952-1958—poniendo en práctica el plan “La Marcha al Mar”, con objeto de llevar a las zonas costeras los excedentes de la población del altiplano, a fin de lograr un mejor aprovechamiento de los recursos marinos y sanear los litorales de 3 mil 500 Kms.
El presidente, Adolfo Ruiz Cortines, consideraba que el país es poseedor de una enorme extensión de litorales por lo que las poblaciones se podrían redistribuir mejor si se desarrollaran los puertos turísticos, de cabotaje y pesqueros.
Con esta consideración el Presidente Ruiz Cortines implementó el Programa de Progreso Marítimo, dotándolo de $750 millones de pesos para los 10 mil kilometros de litorales.
Se localizaron 70 puertos para rescatarlos, modernizarlos y hacerlos productivos o construirlos desde el principio; se establecieron enlaces del Altiplano a las costas y comunicaciones interoceánicas.
Hoy me pregunto: ¿Que sucedió con el Programa de Progreso Marítimo, llamado “La Marcha al Mar”?
Las intenciones, la dedicación y el empeño del presidente Ruiz Cortines fueron evidentes, sin embargo, no fue lo mismo con los presidentes que le siguieron. Los criterios usados fueron borrar todo lo anterior, fueron locuras de un “viejo senil decían.”
Hoy los esfuerzos de gobierno federal y empresarios son semejantes a los de aquella época en la que un presidente honesto, fundador de instituciones históricas como la CEIMSA, la vacunaciones para erradicar el paludismo, la tuberculosis, el Ahorro Nacional desde la niñez, el derecho de voto a la mujer otorgado en un acto efectuado en el Parque 18 de Marzo el 6 de abril de 1952 ante 20 mil mujeres y aprobado por unanimidad en el Congreso de la Unión con la Reforma Constitucional del art. 34 constitucional. El 17 de octubre de 1953 fue publicado en el Diario oficial.
En consecuencia, no son tiempos para nuevos fracasos por lo que el Plan Oaxaca debe apoyarse en experiencias truncas para no cometer las mismas fallas.
@luis_murat