Salvador Camarena le comentó a Peña Nieto que harían preguntas más apegadas a las que haría la ciudadanía, por lo que comenzaron con el tema del precio de la tortilla, para luego seguir con el precio del kilo de carne, a lo que el exgobernador del Estado de México respondió que “no sé dónde lo compres, depende de dónde lo compres y qué tipo de carne sea”.
Sobre el salario mínimo, tampoco supo dar con el monto exacto y dijo que “debe rondar los 900 pesos mensuales”, cuando es de mil 740 pesos.
La ronda de preguntas terminó cuando le preguntaron cuánto cuesta un refresco de tamaño regular, a lo que Enrique Peña Nieto dijo que costaba unos 6 pesos, y cuando le preguntaron ¿cuánto cuesta un café del Starbucks? se limitó a decir, “No lo sé”.
Dijo que era una pregunta fuera de contexto, pues él se refería al hecho de que en su casa, su mujer es quien tiene la responsabilidad, por lo que ella está más familiarizada con dicho tema.
Vanguardia