Cumplió la ciudad de Oaxaca el aniversario 489 de ostentar la categoría de Ciudad luego de la declaración real de Carlos V, que por su numero de habitantes, servicios y otros aspectos urbanos importantes, en 1532 obtuvo el reconocimiento que desde entonces se ha festejado con recitales, lecturas, poemas, bailes, repique de campanas en todos las iglesias del Centro Histórico y, obviamente la interpretación de las tradicionales mañanitas, tamaliza, pompa y circunstancia, motivando que muchos oaxaqueños se sientan orgullos de la tierra que los vio nacer, aunque sea cuestionable en muchos casos, especialmente sociales, de gobernabilidad y políticos el motivo de orgullo, no así el cariño y amor que se tenga por Oaxaca, que es incuestionable.
Se festejo oficial y privadamente el 489 aniversario de la ciudad de Oaxaca de Juárez, de esta ciudad que, como todas las grandes ciudades del mundo, comenzaron primero como caseríos o aldeas habitados por los primeros que optaron por el sedentarismo una vez inventada la agricultura y preservación de rebaños y que, por ejemplo, en el caso de Roma, ocupada por habitantes en el Palatino desde mil años antes de Cristo, atribuyéndole su fundación a los míticos Rómulo y Remo un 27 de abril del año 753 antes de nuestra era, hoy es una ciudad cosmopolita con casi 3 mil años de historia, arte, ciencia y cultura de influencia mundial ancestral derivada del poderío que tuvo el Imperio Romano y, si bien los romanos por esa ciudad y su historia que se remonta a casi 3 mil años se sienten orgullosos, nosotros, los oaxaqueños, guardando proporciones respecto de la Ciudad Eterna, también podemos sentirnos orgullos de la nuestra, de ser oriundos de una ciudad que más allá de la fecha en que fue nombrada ciudad por Carlos V, lo cierto es que Oaxaca es también una ciudad que se puede denominar “Ciudad Ancestral”, porque hace más de 1500 existe y ha mantenido en el valle donde confluyen los ríos Atoyac y de San Felipe, donde se fundó el primer asentamiento que al crecer tuvo el número de habitantes y capacidad social y técnica para construir Monte Alban, porque es lógico debió existir una ciudad relativamente grande para que sus habitantes pudieran acometer una empresa de la dimensión y complejidad arquitectónica y astronómica de Monte Alban, de la misma forma que hizo la ciudad de Roma para construir el Coliseo, sus calzadas y acueductos, donde primero debió existir el poblado que el mito dice fundo Rómulo y Remo, así en Oaxaca, sin que sea mito, sino un suceso cósmico- terrenal, probablemente un 8 de mayo, día, ascio, de luz, nuestros prístinos ancestros hace casi mil años hayan resuelto realizar una ceremonia fundacional del pueblo que hoy es la ciudad de Oaxaca, y al respecto nuestros ancestros dejaron una prueba en la alineación cósmica de Monte Alban entre el Observatorio, el Edificio P y donde sale el sol para indicar la fecha en que Dios llegaba a bendecir con su luz a nuestros ancestros fundadores de: “Oaxaca, Ciudad Ancestral”.