Si los periodistas de Oaxaca contáramos con un poquito de respaldo por parte de las autoridades gubernamentales, viviríamos dentro del derecho, pero como no tenemos eso, vivimos dentro de la inseguridad, las agresiones y la violencia.
Sólo un dato para que tengan una referencia. Del montón de agresiones registradas a los periodistas ante la Procuraduría, no hay un solo detenido ni responsables que estén pagando por sus delitos.
No es la primera vez que ocupó este medio para denunciar una agresión más a los periodistas. Y es cierto, les voy a repetir la misma historia de siempre, que nuestras autoridades oaxaqueñas siguen sin brindarnos protección a los periodistas y que tampoco han actuado con capacidad para proteger la integridad de los reporteros.
Lo cierto es que ningún periodista de la entidad oaxaqueña, vive bajo la sombra de la ley. Por lo mismo, sabemos que en esta actividad estamos expuestos a todo.
¿Y a quien creen ustedes que le tocó la amenaza de muerte el día de ayer? Pues a Jaime Velázquez, el director de noticieros Radiorama.
El primer mensaje que recibió Jaime le dice “mi rostro será lo último que veas si no dejas de estar chingando”. En los siguientes le dicen “Te ba cargar la verga”. “No es broma pendejo mu”. “Estás en la lista tres periodistas van a caer”.
El chiste es que estas amenazas hacia Jaime, salieron del mismo teléfono de donde salieron las amenazas para Gloria Naxhiely Estrada Bautista, funcionaria de la Secretaría del trabajo, digo funcionaria, porque aún no la han podido obligar a que renuncie.
Pues de este mismo número de teléfono, el 951 231 17 73, le dijeron a Gloria Naxhiely, justo en el momento en que cruzaba la puerta para levantar su denuncia “te lo advertimos, te dijimos que no le dijeras a nadie de esto y no cumpliste”. Este último mensaje se le escribieron desde unos pocos metros de donde ella estaba parada. Esto quiere decir que el amenazador también estaba en Ciudad judicial.
Cada uno de los mensajes que recibió la funcionaria, se referían a que dejara de molestar al jefe, o sea, a Daniel Juárez, el secretario de la Secretaría del trabajo.
Pues del mismo número de teléfono desde donde amenazaron a la funcionaria, también amenazaron al compañero periodista Jaime Velázquez.
Ayer, en su noticiario de ocho a nueve de la noche, Jaime Velázquez, entrevistó a Daniel Juárez. Eso me llamó mucho la atención, por eso le mandé un mensaje a Jaime diciéndole: siento decirte que acabas de entrevistar a quien le paga para amenazar.
Le escribí esto porque esas amenazas no pueden salir de otro lado más que de las mismas oficinas de la Secretaría del trabajo.
Si el gobierno del Estado está tan dispuesto a descubrir quién es la persona o las personas que le hicieron las amenazas a Jaime, por consecuencia, tienen que dar con los amenazantes de Estrada Bautista.
No sé por qué se me hace que las autoridades nunca van a dar con el paradero de esos delincuentes. A la mejor porque se trata de funcionarios del mismo gobierno del Estado. Así que no nos queda de otra más que preguntarnos ¿qué otro periodista será atacado más adelante por estos rufianes que actúan bajo el cobijo de nuestras autoridades?
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