Diana Mendez
La violencia en Oaxaca vuelve a colocar a las juventudes en el centro de la tragedia. El asesinato de un adolescente de 16 años en Juchitán, el segundo menor ultimado en una semana en la entidad, se suma a una lista de al menos 14 víctimas de homicidios violentos en lo que va del año, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Ante este panorama, el Grupo de Estudios sobre la Mujer “Rosario Castellanos” (GESMujer) expresó su indignación y advirtió que las juventudes en Oaxaca enfrentan una realidad marcada por ejecuciones, desapariciones y múltiples violencias, particularmente en regiones como el Istmo, la Costa y los Valles Centrales. La organización señaló que las y los jóvenes no pueden seguir siendo reducidos a estadísticas, pues son personas con derechos que merecen seguridad, dignidad y oportunidades de vida.
En su posicionamiento, GESMujer subrayó que la violencia en el estado no es un fenómeno natural, sino resultado de un sistema que normaliza la muerte como forma de control social. Además, advirtió que la respuesta gubernamental es insuficiente, al carecer de estrategias de prevención territoriales y de acciones con perspectiva de género que garanticen condiciones seguras para las juventudes, en especial para mujeres y diversidades sexuales que enfrentan violencias machistas, clasistas e institucionales.
La organización exigió medidas urgentes y coordinadas que incluyan búsqueda e investigación inmediata de casos con enfoque de género, atención psicosocial comunitaria para familias y colectivos, así como políticas públicas que generen oportunidades reales de educación, salud, empleo digno y acceso a la cultura. Asimismo, demandó justicia efectiva y el fin de la impunidad en torno a las agresiones, desapariciones y ejecuciones de jóvenes en Oaxaca.
