El informe de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU sobre la violencia contra la comunidad gay y los derechos que les deben reconocer, provocó la reacción de movimientos ultracatólicos que lo han considerado como parte de un proyecto para instaurar la homosexualidad y reconocer los matrimonios del mismo sexo a escala mundial.
Esos grupos, al conocer el informe el 15 de diciembre, empezaron a manifestar su inconformidad, principalmente a través de sitios de internet católicos. Juan C. Sanahuja, en una colaboración para Religión en Libertad, fue uno de los primeros en responder, y advirtió que la ONU, a través de la alta comisionada Navanethem Pillay, trata de “imponer” el estilo homosexual, lo que representa un “peligroso avance del totalitarismo gay”.
El informe establece que “la criminalización de actos homosexuales privados y con consentimiento viola los derechos a la privacidad y a la no discriminación”. Y sostiene que la ley internacional requiere “asegurar que las parejas del mismo sexo no casadas sean tratadas de la misma manera y gocen de los mismos beneficios que las parejas heterosexuales no casadas”. También reclama a los Estados “facilitar el reconocimiento legal de la preferencia de sexo de los transexuales”.
En la web HazteOir.org, recomendada por la agencia Catholic.net, considera que la ONU realiza una “reinvención de derechos pro LGTB” y que el informe carece “de base en el derecho internacional”, y señala que no se puede apelar a la “antidiscriminación” para “eliminar todas las distinciones legales basadas tradicionalmente en el sexo, como el género y el matrimonio” o “para abolir el poder de los Estados soberanos para legislar en lo que respecta a moral pública y asuntos concernientes a la salud”.
Confusión
En marzo el Vaticano envió una carta a la ONU para manifestar su postura sobre lo que consideró “una confusión innecesaria sobre el significado del término orientación sexual”, porque “en la ley internacional, un término debe ser interpretado según su significado ordinario, a no ser que el documento le haya dado un significado diferente. El significado corriente de orientación sexual se refiere a los sentimientos y a los pensamientos, no al comportamiento”.
Y señala que “un Estado nunca debería castigar a una persona, o privarla del disfrute de ningún derecho humano, basándose sólo en los sentimientos o en los pensamientos de esta persona, incluyendo los sexuales. Pero los Estados pueden, y deben, regular los comportamientos, incluyendo varios sexuales. En el mundo hay un consenso entre las sociedades de que ciertos tipos de comportamientos sexuales deben prohibirse por ley. La pedofilia y el incesto son dos ejemplos”.
Bendición
Mientras se elaboraba el informe de la ONU, un colectivo gay hizo pública una carta dirigida al Papa pidiendo, entre varias cosas, la “aceptación y bendición de este tipo de relaciones en el interior de la Iglesia”.
También en el sitio de Religión en Libertad su corresponsal en Roma, el legionario de Cristo Jorge Enrique Mujica, dijo que la petición del colectivo gay “oscila entre la ingenuidad y la provocación”, pues “si la homosexualidad está claramente rechazada en la Biblia, por qué la Iglesia habría de ir contra lo que la Palabra de Dios dice al respecto”.
El sacerdote legionario concluye que “el respeto a las personas homosexuales se desprende no de su preferencia sexual sino de su dignidad en cuanto personas… Valorarlas no implica, sin embargo, aceptar los actos homosexuales como naturales”.
Salafistas impulsan una policía de la moral
••• Un grupo de jóvenes salafistas egipcios (musulmanes rigoristas) ha lanzando una iniciativa para crear una policía de la moral en Egipto, similar a la de Arabia Saudí, que vele por el estricto cumplimiento de la sharía o ley islámica.
En su página en Facebook los jóvenes anuncian la creación de la Autoridad para la Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio tomando como ejemplo su “ídolo de las tierras sagradas”, en referencia a la institución saudí del mismo nombre.
Según los jóvenes, este cuerpo especial integrado por voluntarios, comenzará sus labores administrativas a partir de 2012 y estará en las calles en febrero.
En una primera etapa, la policía de la moral se dedicará a aconsejar a los ciudadanos y les pedirán que acudan a rezar cinco veces al día y cierren las tiendas durante la oración.
El grupo adelantó que tiene intención de abrir sucursales en lugares turísticos “para incitar a los visitantes a someterse a las tradiciones de la comunidad egipcia y respetar la religión musulmana”.
El grupo explica que el motivo de la iniciativa es “el islam y la sentencia de Dios que eligió la mayoría” durante los comicios.
EFE