La crisis política provocada por las protestas por feminicidios tiene varios elementos:
1.- Casos mediáticos de asesinato de mujeres por género no recibieron atención adecuada ni sensible por parte de las autoridades.
2.- De modo natural, el asunto de los feminicidios derivó en la organización de un movimiento feminista de protesta.
3.- La respuesta policiaca y machista de las autoridades de seguridad de Ciudad de México provocó el uso de la violencia anarquista como la única forma de hacer visible el problema y atraer la atención nacional e internacional.
4.- La Secretaría de Gobernación y su titular Olga Sánchez Cordero ignoraron el problema y son las causantes de que los feminicidios llegaran a la marcha-protesta-paro del próximo 9 de marzo.
5.- El feminismo en sus diferentes grados –del ideológico al violento-anarquista– se quedó sin espacio político partidista porque México carece de una izquierda cultural o militante y sólo se mueve en el espectro de centro a la derecha.
6.- El gobierno lopezobradorista –no sólo su titular– careció de sensibilidad para analizar y administrar el tema de los feminicidios. Lo peor que puede ocurrir en un escenario de protestas agresiva es ignorar esa realidad y lo que se encuentra detrás de ella.
7.- El feminismo no es bandera de la derecha ni del centrismo populista, pero los grupos conservadores fueron muy astutos en detectar que en las movilizaciones había leñapolítica que esperaba una chispa. Al final de cuentas, las protestas anti sistémicas son escenarios muy propicios para los conservadores.
8.- Desde las primeras protestas violentas de octubre del año pasado, el gobierno lopezobradorista –la Gobernación de Sánchez Cordero, la regencia de Claudia Sheinbaum y Morena de Yeidckol Polevnsky– nunca tuvo sensibilidad de gobierno, liderazgo social o capacidad de organización para canalizar exigencias y respuestas.
9.- Las tres principales instancias del lopezobradorismo –Sánchez Cordero, Sheinbaum y Polevnsky– fueron arrasadas por las olas violentas de las protestas porque reaccionaron como funcionarias y no como líderes sociales.
10.- Las dos cámaras legislativas federales, dominadas por el morenismo lopezobradorista, no recibieron instrucciones superiores, se marginaron de la crisis de los feminicidios y no supieron liderar la organización automática del feminismo.
En el caso concreto de Gobernación, la secretaria Sánchez Cordero ha sido la imagen misma de la incapacidad. Y hay momentos en las luchas políticas e ideológicas en las que los niveles de formación profesional no alcanzan para enfocar problemas con sensibilidadpolítica.
Su declaración de que “llegamos tarde” al problema es de manera clara la confesión de incapacidad institucional, profesional, política y de género. Y de ellas, la más importante es la institucional: Gobernación es la responsable directa del tema de los feminicidios o violencia contra las mujeres por ministerio de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida libre de Violencia de 2007. Se llega tarde a un problema de gobernabilidad cuando se ignoran las funciones de su responsabilidad.
El problema, diría la canción El Rey de José Alfredo Jiménez, “también me dijo un arriero / que no hay que llegar primero / pero hay que saber llegar”. La confesión de la ministra jubilada de la Corte y ahora encargada de la estabilidad interna y la gobernabilidad de que llegó tarde al problema es el reconocimiento de que ignora los mandatos de las leyes más sensibles de todo gobierno.
Y no se trata sólo de feminicidios u homicidios por género:
—334% de los delitos totales afectaron a mujeres, 0.9% fueron feminicidios, 59.4%fueron de lesiones dolosas a mujeres, 2.5% de homicidios dolosos.
–Los feminicidios pasaron de 411 en 2015 a 976 en 2019, un aumento de 136%.
–Las presuntas víctimas mujeres en homicidios dolosos pasaron de mil 715 en 2015 a 2 mil 819 en 2019, un aumento de 58.8%.
En este contexto, la secretaria Sánchez Cordero en realidad no llegó tarde a visibilizar del problema de los feminicidios y los delitos contra las mujeres, sino que nunca hubiera llegado de no haber sido por el grado escalado de protesta de las mujeres.
En 2019 hubo focos de alarma que ignoró la ministra Sánchez Cordero: 976 feminicidios, declaración de ineficaz alerta de género en más de doce estados, 100 municipios con 577 feminicidios, 2 mil 819 presuntas víctimas mujeres de homicidios dolosos y, entre otros datos ofíciales 65 mil 457 víctimas mujeres de lesiones dolosas.
Así que las quejas del gobierno lopezobradorista por el paro y las protestas de mujeres se deben endosar a la secretaria Sánchez Cordero que no cumplió una de sus funciones esenciales y es responsable de la crisis de gobernabilidad femenina.
Política para dummies: La política es la habilidad para darle una explicación racional a lo inexplicable irracional.