Considerado como uno de los instrumentos históricos más grandes e imponentes de Oaxaca, este martes tres de julio el órgano tubular de la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Soledad (1686), protagonizará un concierto en punto de las 20 horas. Los encargados de dar vida a este legado musical serán Cecilia Winter en el órgano y Valentín Hernández con las percusiones, a través de un programa de música tradicional oaxaqueña.
De entrada gratuita, este encuentro con los sonidos barrocos de Oaxaca se caracterizará por dar a los melómanos un recorrido por las regiones de Oaxaca, desde los Valles Centrales hasta la Sierra a ritmo de jarabes, sin faltar los sones del Istmo y la alegría del Papaloapam. El público podrá seguir con su canto temas como: La canción mixteca y Dios nunca muere, entre otras.
Durante la velada musical los asistentes recibirán, además de su programa de mano, un cancionero de música tradicional oaxaqueña, que busca que el público local y visitantes conozcan la letra de algunos temas emblemáticos de la canción oaxaqueña. Ya que siempre, las personas buscan acompañar con su voz algunas melodías, pero a veces las desconocen en su totalidad.
Cecilia Winter, directora del Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca (IOHIO), acotó que este instrumento -semirestaurado en 1999- sobresale por su decoración que consta de una policromía extraordinaria, “además su sonoridad se entrelaza con la acústica que permite la nave de la Basílica de la Virgen de la Soledad”.
A nueve días del más reciente concierto promovido por el IOHIO, la respuesta del público hacia el recital que Winter ofreció en Tlacochahuaya resultó positiva. “Tuvimos una respuesta extraordinaria, a pesar de la lluvia, asistieron cerca de cien personas. Contrario a otros conciertos, había más oaxaqueños que extranjeros, una señal muy importante. Para muchos, fue la primera vez que habían escuchado un concierto de órgano y ahora están muy interesados en asistir a futuros eventos del IOHIO”.
El órgano histórico de la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Soledad por las dimensiones de la caja y su decoración, tiene un gran parecido al de Yanhuitlán, que se supone fue construido en la misma época, incluso posee figuras fantásticas a los dos lados del teclado. Se presume que los tubos de la fachada estaban policromados con mascarones, similares a los que todavía existen en el órgano de Yanhuitlán, desafortunadamente la policromía fue removida durante una intervención en el siglo XX, y los tubos se pintaron de color plata.
Actualmente, el órgano del templo que resguarda a la Patrona de Oaxaca, es un legado vivo de los oaxaqueños, conocerlo y escucharlo es un gusto que deben disfrutar propios y extraños, opinó Winter, quien ejecutará este instrumento este martes tres de julio en punto de las 20 horas. Concierto de acceso gratuito, que se suma a la algarabía de los tradicionales Lunes del Cerro.