El cerco de seguridad que se instaló en los alrededores del Palacio Legislativo de San Lázaro para evitar eventuales movilizaciones contra la toma de posesión de Enrique Peña Nieto, el próximo sábado, provocó los reclamos y las protestas del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, y de legisladores opositores al PRI.
En su cuenta de Twitter, el mandatario capitalino calificó de ofensiva la instalación de vallas y la prohibición del libre tránsito vehicular y peatonal por la zona.
“Ofensivo para la ciudad el cerco que han colocado en San Lázaro”, escribió Ebrard en un mensaje que subió a la red social, luego de participar en la reinauguración de la Alameda Central.
Por la mañana, el presidente del Senado, Ernesto Cordero, censuró el cerco al señalar que le parece excesivo y que no tiene opinión o información al respecto de que se ameritara un despliegue de esta magnitud.
Me parece que esta es una ceremonia republicana, hay que garantizar la integridad de la ceremonia, yo creo que hay que garantizar que sea en orden la transmisión de los poderes en México y, bueno, pareciera excesivo. No tengo información que me permita apoyar o no que este despliegue de presencia policiaca, como la que se está viendo, sea pertinente o no”, expresó el panista.
A su vez, el ex jefe de Gobierno capitalino Alejandro Encinas dijo que ni en 2006, que estaba más complicado, se amuralló el Palacio de San Lázaro como ahora, lo que refleja el tamaño del miedo del equipo del presidente electo.
Consideró como una agresión la colocación del cerco y aseveró que el PRD no está de acuerdo en ingresar a su casa de trabajo en medio de un muro policiaco, por lo que hoy su bancada pedirá al presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Murillo, dé una explicación.
“Es una agresión a la ciudadanía, de ese tamaño es el miedo. Amurallar San Lázaro da cuenta de la difícil situación que está pasando el país y hay que tener muchas reservas”.
Agregó que es un cerco desmedido que no se había tenido “incluso en el momento de mayor tensión, que fue 2006, no tuvimos un operativo de esa naturaleza “.
En respuesta, el presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Murillo Karam, se desmarcó del operativo de seguridad y negó haber solicitado la instalación del cerco policiaco, seis días antes de la protesta constitucional de Peña Nieto como Presidente de la República.
Interrogado sobre si él mismo pidió la presencia del Estado Mayor Presidencial en las vialidades circundantes al recinto, el legislador hidalguense atajó: “No, no, a ver, espéreme tantito. Yo no tengo autoridad allá afuera. El presidente de la Cámara de Diputados sólo tiene autoridad dentro de ésta y yo no puedo pedir ni que quiten ni que pongan policías afuera”.
Murillo Karam sostuvo que no aprueba ni reprueba el operativo del Estado Mayor Presidencial y la Policía Federal, aunque deslizó una crítica por la magnitud y la anticipación de las medidas de seguridad impuestas desde la madrugada del domingo.
“Lo que he visto del operativo es lo que me tocó al entrar y fue por eso que me decidí llamar a las autoridades: me pareció que es mucho y muy pronto, pero ésa es mi opinión personal y no tengo elementos para juzgar otra cosa”, puntualizó.
Entrevistado en el Palacio de San Lázaro, el diputado presidente confirmó que ayer mismo remitió sendos oficios a los mandos del Estado Mayor Presidencial, de la Policía Federal y de la policía capitalina, con la solicitud de afectar “lo menos posible” a la ciudadanía.
Por separado, los coordinadores parlamentarios de PRD, Silvano Aureoles, y de Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal, cuestionaron el cerco de seguridad y alertaron sobre el riesgo de que éste sea el preludio de un gobierno autoritario, mientras su homólogo panista Luis Alberto Villarreal justificó el operativo y dijo: “No podemos titubear con la seguridad y con las medidas que se tomen para que tengamos un cambio de poderes en paz y con orden; eso vale mucho más que la incomodidad que ocasionan este tipo de operativos”.
Agencias