En una decisión que ayer se abría paso entre el entusiasmo y la condena, el presidente Barack Obama anunció la suspensión inmediata de las deportaciones de jóvenes hijos de indocumentados que tengan menos de 30 años, que hayan llegado antes de los 16 y no tengan un historial criminal.
La suspensión de las detenciones y deportaciones —mediante una medida administrativa conocida como sistema de acciones diferidas—, beneficiará en principio a un contingente aproximado de 800 mil y un millón de jóvenes, según cifras de la administración Obama. La cifra, sin embargo, podría alcanzar el millón y medio de hijos de indocumentados —casi un 70% de origen mexicano—, según cálculos divulgados ayer por el Pew Hispanic Center.
“Quiero ser muy claro. Esta no es una amnistía, ni una suerte de inmunidad. Esta no es tampoco una vía a la ciudadanía. No es una solución permanente. Es una medida (administrativa) que nos permitirá utilizar nuestros recursos de una forma más sabia y ofrecerles a estos jóvenes esforzados, talentosos y patrióticos, un alivio. Es una decisión correcta”, aseguró Obama en un mensaje desde el jardín de las Rosas de la Casa Blanca.
Marchas espontáneas de jóvenes indocumentados, desde Los Ángeles hasta Nueya York y Washington DC, dejaron ayer al descubierto el alivio de un colectivo de aproximadamente 2 millones de jóvenes sin papeles que por primera vez salían sin temor a ser detenidos y deportados.
“Esta es una decisión de justicia por la que hemos estado luchando millones de ciudadanos que no conocemos otro país. Somos ciudadanos y queremos que se nos reconozca”, aseguró José Antonio Vargas, un inmigrante indocumentado de origen filipino.
El Partido Republicano, que ve alejarse el apoyo del electorado latino, y sectores conservadores acusaron a Obama de “usurpar” al Congreso, con una decisión que compararon con una “amnistía encubierta” y una “flagrante violación de la Constitución, al no respetar la separación de poderes”, según dijo el congresista republicano por Iowa, Steve King.
El virtual candidato del Partido Republicano a la presidencia, Mitt Romney, lamentó que Obama haya optado por una orden ejecutiva que “podría dificultar la posibilidad de un acuerdo de largo plazo”, en lugar de buscar una “solución más duradera”. El Presidente de México, Felipe Calderón, tuiteó: “Bienvenida decisión de @BarackObama de no deportar jóvenes indocumentados que cumplan requisitos. Justo reconocimiento a sus contribuciones”.
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores, aunque celebró la decisión de Obama, insistió en la importancia de alcanzar una reforma migratoria integral en EU.
Agencias