El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se pronunció hoy por una solución de largo plazo sobre el techo de la deuda, al advertir de los negativos efectos que tendría revivir la crisis en diciembre, durante un periodo de mayor actividad económica.
El posicionamiento pareció complicar la búsqueda de una salida a la crisis frente a reportes de que los republicanos estarían de acuerdo en principio a un incremento de corto plazo y así abrir la ventana de tiempo necesario para una negociación final.
Para el mandatario ese curso de acción significaría solo prolongar una discusión inevitable.
“No sería prudente simplemente aplazar por unos meses la discusión sobre el tema del techo de la deuda y coquetear con la primer moratoria (de pagos) intencional justo a mitad de la temporada de compras de navidad”, advirtió.
Obama estimó que la necesidad de resolver el tema a largo plazo responde al daño potencial que puede ocasionar a la economía del país el que Estados Unidos deje de pagar sus deudas y obligaciones por primera vez en su historia.
Dijo que el daño al “impecable” crédito de Estados Unidos no solo provocaría que los mercados financieros de desquiciaran, pero encarecería también los préstamos para los estadunidenses, que calificó como “un impuesto republicanos automático sobre cada familia y negocios” del país.
Ese crédito empero se vio dañado en 2011 durante el más reciente amago para provocar una moratoria, cuando la tardía autorización del techo de la deuda provocó que Estados Unidos cayera en la valoración de las principales calificadoras mundiales de riesgo.
Obama sostuvo el jueves y viernes reuniones en la Casa Blanca con legisladores republicanos y demócratas sin acuerdos concretos aunque la disposición al dialogo alentó expectativas sobre una posible negociación.
A pesar de ello el mandatario calificó como de positivo el que los republicanos en la Cámara de Representantes “hayan estado de acuerdo que es necesario evitar las consecuencias económicas que traería el no cumplir con las obligaciones que tiene el país”.
Con todo insistió en su crítica sobra lo que calificó como una crisis fabricada “para sacar grandes concesiones”, que dijo son contrarias a la forma como debe operar una democracia.
“La política es una batalla de ideas, pero el avance de esas ideas se tiene que hacer a través de las elecciones, de las leyes, no mediante extorsión”, precisó.
Obama dijo entender el malestar popular frente a una situación que caracterizó de anormal y con un potencial riesgo para todos “y por eso debemos detenerla”.
“Por eso es que debemos aprobar un presupuesto que regrese a la gente a sus empleos y acabe con este cierre republicano. Paguemos nuestras cuentas y evitemos un cierre económico”, indicó.
Agencias