El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, inició una campaña proselitista por Pensilvania, Connecticut, Illinois y Ohio, para promover el voto a favor de los demócratas en los comicios de medio término del 2 de noviembre.
En Pensilvania, donde en 2008 congregó a 20 mil personas durante su campaña por la Presidencia, el mandatario dijo a unos mil 600 voluntarios demócratas que la participación en un mitin no es lo más difícil.
La presencia de Obama en Pensilvania busca impulsar la candidatura del representante demócrata Joe Sestak, que en una cerrada contienda busca un escaño en el Senado frente a su rival republicano Pat Toomey.
“No pueden parar hoy porque la realidad es que estamos en una elección difícil. Es difícil aquí en Pensilvania, es difícil en todo el país”.
Hoy termina su gira en Cleveland Ohio asistiendo a otro acto político.
Obama, advirtió a sus camaradas demócratas que una victoria republicana en las elecciones parlamentarias supondría un revés para su agenda, mientras busca reconquistar apoyo en la recta final de la campaña.
Frente a una multitud en la Temple University de Filadelfia, Obama dijo que a menos que cada uno de los demócratas vote y consiga que sus amigos y familia los siga, “podríamos quedarnos cortos, y todo el progreso que hemos hecho durante el último par de años puede ser desperdiciado”.
La declinante popularidad de Obama ha limitado su capacidad para respaldar a los candidatos demócratas, y su agenda legislativa podría verse muy complicada si los republicanos toman control de la cámara baja, como muchos anticipan.
Genera dudas
Los votantes demócratas están muy divididos sobre si el presidente Barack Obama debe buscar la candidatura de su partido para un segundo periodo de Gbierno el 2012, de acuerdo con una encuesta de “he ciated Press-Knowledge Networks” .
También están divididos acerca de si Obama debe ser presidente de un solo periodo.
Un auténtico cuestionamiento demócrata para Obama parece improbable en estos momentos, y su candidatura a la reelección aún está distante en el tiempo. Pero los resultados muestran lo desencantado que está su propio partido en momentos electorales.
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