El presidente de EU, Barack Obama, solicitó ayer al Congreso 3,700 millones de dólares (una cifra casi el doble de la que se estimó en un principio) para hacer frente a la llegada masiva de niños centroamericanos a la frontera sur, un paso con el que espera llegar a un punto de inflexión en lo que consideró una crisis humanitaria.
La petición de fondos de emergencia permitiría aumentar los jueces de inmigración, ampliar la vigilancia fronteriza (con más agentes y más drones) y ayudar a Centroamérica a lidiar con los adultos y menores repatriados, además de cubrir las necesidades de los más de mil niños de media que llegan al país cada la semana.
“Urjo al Congreso a actuar rápidamente para considerar esta importante petición”, dijo Obama en una carta enviada al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.
52,193 niños. La mayor cantidad de fondos –1,800 millones— se destinará a aumentar las instalaciones y los recursos para acoger a los niños, cuya constante llegada ha obligado al Departamento de Salud y Servicios Humanos a improvisar centros de detención en todo el país.
En lo que va de año, EU ha detenido en la frontera a 52.193 niños, casi todos procedentes de El Salvador, Honduras y Guatemala, países que se benefician de una ley de 2008, aprobada en las últimas semanas de mandato del republicano George W. Bush, que impide la deportación automática porque no tienen frontera con EU, al contrario de lo que ocurre con los menores mexicanos, que son deportados casi inmediatamente.
Agentes en Centroamérica. Obama pide otros 1,533 millones de dólares para seguridad, de los que 1,100 millones irán para la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE), y estarán dedicados a acelerar las deportaciones, y otros 300 millones se destinarán a una novedad en la política migratoria de EU: ayudar a Guatemala, El Salvador y Honduras a frenar el éxodo de menores, con el envío de agentes de control fronterizo, y también para que estén en condiciones de acoger a los niños repatriados, ya que, el gobierno de Obama, que ha sido el más duro de la historia de EU en materia de inmigración, ha dejado claro que planea repatriar a la mayor parte de los niños.
Los casi 400 millones restantes irán a la Agencia de Protección de Fronteras y Aduanas (CBP), para redoblar la vigilancia aérea en la frontera contra los “coyotes” que trafican con niños.
Agencias