El regidor de Derechos Humanos, Jacobo Berra apuntó que los oaxaqueños prácticamente quedarán “empeñados” por dos trienios debido a una deuda de 20 millones de pesos que el municipio capitalino ha adquirió en estos últimos años.
En entrevista el concejal detalló que ante la reestructuración del dictamen presentado por la Comisión de Hacienda y aprobado por los funcionarios municipales “la próxima administración no podrá disponer de todos los recurso porque tendrá que destinar una parte al pago de la deuda”.
Sostuvo que la reestructuración consta en que ambos créditos obtenidos durante el 2009 y 2010, de 40 y 25 millones respectivamente, serán pagados en 60 meses es decir en cinco años más a partir de la autorización de la institución financiera con la que fue adquirido el préstamo.
Ante esta situación aseguró que el recurso no fue aprovechado para el fin que se tenía contemplado; por lo que exigió la aplicación de una auditoría externa.