La Guelaguetza 2023, nuestra gran fiesta de los pueblos de Oaxaca “está basada en la cultura y el conocimiento, no es una fiesta vacía. Estamos llenos de espiritualidad, de música, danza y arte. Eso trato de reflejar con mis muñecas de calenda, toda la cauda de conocimientos que tenemos”, señaló Tonatiuh Estrada.
El artista, autor de las esculturas monumentales que se instalaron en las esquinas del zócalo capitalino, la Alameda de León, la esquina de Guerrero y Armenta y López, del Templo y antiguo convento de San Agustín, de las calles de Las Casas y Flores Magón del mercado Benito Juárez Maza, y de Valdivieso y la avenida Independencia, señala que se trata de obras para el goce de las y los oaxaqueños, más que para quienes visitan la ciudad.
Las muñecas buscan representar dignamente a las mujeres de Oaxaca
El artista, quien lleva 30 años dedicado a la fabricación de muñecos de calenda, de esculturas monumentales y figuras en madera y diversos materiales inspirados en la cultura y el arte oaxaqueño, señala que en estas obras intenta “representar dignamente a la mujer oaxaqueña”.
“Todas las muñecas son morenas, quiero resaltar el color, nuestro color, nuestra raza. Y quiero representarlas dignamente y con alegría. Es lo que somos como oaxaqueñas y oaxaqueños, dignos, alegres trabajadores y gigantes”, destacó.
La Secretaría de Turismo del Estado de Oaxaca, en coordinación con el Instituto para el Fomento y la Protección de las Artesanías (IFPA) y el Comité Organizador Interinstitucional convocaron al artista para elaborar las esculturas gigantes con la finalidad de difundir el arte y cultura intrínsecas en las vestimentas de siete mujeres y el Diablo de Juxtlahuaca elegidos para esta Guelaguetza 2023.
Las esculturas gigantes representan a la mujer de San Melchor Betaza de la Sierra de Juárez; el Danzante de los Diablos de Juxtlahuaca de la región Mixteca; la mujer de San Felipe Usila de la Cuenca del Papaloapan, la mujer de Huautla de Jiménez de la Sierra de Flores Magón, la mujer de San Pedro Pochutla, la chatina de Juquila, la China Oaxaqueña de los Valles Centrales y la de Santo Domingo Tehuantepec, del Istmo.
Tonatiuh Estrada, quien vivió su infancia en una vivienda de la calle de Morelos, dice, “tuve como patio de juegos la Plaza de la Danza”, y cuenta que recopiló mucha información sobre las vestimentas.
“No son solamente muñecos de calenda para adornar, son documentos que intentan que la gente aprenda lo que somos y cómo somos. Por ejemplo, el peinado está hecho por personas profesionales que se dedican a peinar a las participantes en las fiestas”, detalló.
Las trenzas de las mujeres, comentó, tienen un significado para los pueblos: “algunas tienen una trenza adelante que significa que la mujer está comprometida, otras tienen las trenzas atrás que significa que están solteras y pueden casarse, y algunas tienen las dos trenzas adelante porque ya están casadas”.
Nuestra gran fiesta está basada en la cultura y el conocimiento
Se trata de dar información “sobre nuestras culturas, no son piezas decorativas solamente. Intentamos dar conocimiento de nuestras comunidades. Nuestra gran fiesta de los pueblos de Oaxaca está basada en la cultura y el conocimiento. No es una fiesta vacía, estamos llenos de espiritualidad, de conocimiento y cultura. Eso es lo que trato de reflejar, toda la cauda de conocimientos que tenemos”.
Pero al mismo tiempo, son figuras gozosas, de fiesta, como los muñecos que bailan en las calendas, alejadas del formalismo de los gigantes y cabezudos de las fiestas de España, de los que tienen su origen. Cuenta que estas figuras fueron un elemento para la evangelización y los pueblos de Oaxaca le imprimieron su carácter festivo, jubiloso, risueño, juguetón.
Se eligieron algunos personajes de los pueblos de las ocho regiones y la vestimenta fue un trabajo especial, elaborado por artesanas y artesanos oaxaqueños como Macrina Reyes y Rodrigo Villanueva, entre otros. Cada figura tiene una persona artesana para sus vestimentas.
Cuando preguntamos de dónde venimos valoramos más lo que somos
“Quiero que la gente de nuestro pueblo las vea, las disfrute, que jueguen y que interactúen con ellas. Y se pregunten porqué usan esa ropa, porqué somos así. Porque cuando nos preguntamos de dónde venimos aprendemos más y valoramos más lo que somos. Cada una es distinta, eso busco, y que la gente se lleve un buen momento sobre todo quienes somos de Oaxaca”, explicó el artista.
“Me dio mucho gusto ver a una mujer de Tlacolula con su vestimenta tradicional tomándose fotos abrazando a la muñeca. Este trabajo es para ellas, para nosotros, para que las disfruten”, recalcó.
Tonatiuh Estrada consideró que es un acierto que en esta Guelaguetza 2023 se retomen las raíces indígenas y populares de la gran fiesta, “notarán que hay una mujer negra porque introdujeron a todas las regiones y todas las etnias y están recuperando los espacios de la ciudad con belleza, estamos recuperando nuestros parques, nuestras calles y las están abriendo para todas las personas con algo muy positivo, con belleza. Sin fuerza, sin policías. Eso es lo más importante para mí.
Comentó la importancia de los vestidos de las mujeres, su valor cultural e histórico, como el de la China Oaxaqueña, que es un traje de origen religioso, “católico, por eso tiene una cruz y una medalla, por eso usan rebozo y es tan adornado con medallas de oro y aretes de filigrana, con la imagen de la Virgen de la Soledad sobre el corazón”.
Explicó que para los rostros y las esculturas iniciales se inspiró en familiares, “tomaba la nariz de una persona, los ojos, fotos de sobrinas cuando eran jóvenes y los fui mezclando, con fotos de gente de Oaxaca para tener un rostro estilizado pero oaxaqueño. Es especial el caso de la muñeca de la Costa que es negra. Si te das cuenta todas son morenas, porque hay que rescatar el color y sentirnos orgullosos de nuestro color moreno”.
Las ocho figuras las elaboró en dos meses, a contrarreloj y tuvo que contratar artesanos especialmente para la vestimenta, “es un trabajo muy enriquecedor, me empapé de mucha información para poder hacer las piezas, me asesoré, tomé fotos de los huipiles originales. Por ejemplo, los peinados son apropiados a la región, los textiles se hicieron en impresión digital pero lo más cercano a los tejidos”.
Estas piezas “están dedicadas para nuestra gente del pueblo, no son para el turismo, son para nosotros, pero todas las personas las pueden disfrutar. Mi mayor satisfacción es que la mayoría de la gente que se para a tomarse fotos es de Oaxaca. Se toma las fotos con sus muñecas, con sus vestimentas tradicionales. Es para festejarnos que somos pueblos hermanos”, señaló el artista Albert Tonatiuh Estrada Martínez.
Las figuras han sido un gran éxito. Miles de niñas, niños y personas mayores se paran sorprendidas a disfrutarlas y tomarse fotos con ellas. Es como reconocerse en una muñeca de fiesta, de calenda, que con sus sonrisas y colores morenos y rasgos oaxaqueños nos alegran el corazón en esta gran fiesta espiritual de la Guelaguetza 2023.