Es cierto, el mal fario y las faltas cometidas en el gobierno del presidente Peña no terminan hasta ahora. La lista de resbalones y políticas fallidas es larga al grado que la aprobación de su gobierno descendió hasta un dígito. Pero enumerar lo que ha ocurrido en cuatro años de gobierno no ayuda en estos momentos, por el contrario, hace más daño y eso es lo que se debe evitar para bien de México.
Hoy, lo que México necesita de la nación es la unidad que como columna vertebral lo sostenga para enfrentar los desafíos de un gobierno fanático, populista y proteccionista, que no entiende que la conducta política que inició quedó atrás hace muchos años, y que en el presente la convivencia pacífica entre los países es la formula básica para el desarrollo en todos sentidos.
De manera que hacer difícil la vecindad solo empeorará el estado de cosas y reavivará el rencor histórico de la anexión de California, Arizona, Nuevo México y Texas a la Unión.
Tiempos difíciles se vivirán pero que no acabarán con México ni con sus instituciones; y si aprendemos de los cambios obligados que se aproximan, bien puede el país aprovechar estas difíciles experiencias para terminar con la dependencia económica y política con un vecino que no tiene amigos, solamente intereses mezquinos. Hay que construir un futuro diferente para las nuevas generaciones rompiendo con la dependencia dañina que ha impedido desarrollarnos a plenitud, aprovechando nuestros propios talentos y recursos naturales que son muchos y variados.
Muchas cosas habrán de hacerse, para soportar los embates del cíclope enloquecido y de un mal fario que nos persigue desde hace cuatro años y, en ese sentido, debemos prepararnos para la siguiente embestida como podría ser la deportación de millones de compatriotas indocumentados entre ellos miles de paisanos oaxaqueños, que llegarán a la tierra que los vio nacer.
¿Habrá calculado el gobierno del Estado lo que está por venirse? Pues el recibir a miles de paisanos que regresarán a Oaxaca implicará crear más fuentes de empleo, más alimentos, más agua, más viviendas, más escuelas, más profesores, más energía eléctrica, más todo, para que miles de personas puedan satisfacer sus necesidades básicas.
¿Que hacer cuando las arcas están vacías y el gobierno en el Buró de Crédito? Preocupante es hacer frente a situaciones difíciles cuando no se tienen las herramientas suficientes para enfrentarlas.
Pero, ante una Fortuna que nos ha volteado la cara. “La Fortuna tiene nombre de mujer por eso es veleidosa”, solo nos quedan nuestras propias fuerzas y talentos para construir los diques que contengan la potencia de la tempestad e impedir que las aguas se desborden y nos arrasen con su ímpetu.*
“Lo mismo ocurre con la Fortuna, que muestra todo su poder allí donde ninguna resistencia ha sido preparada y lleva sus furores donde sabe que no hay obstáculo dispuesto para detenerla”.*
Sabios consejos, sin duda, que hoy los necesitamos para salir adelante de una situación que un mal fario nos ha provocado, o cómo explicar que una nación como la estadounidense se haya equivocado al haber elegido presidente a un desquiciado, sobre todo, cuando existe el antecedente histórico que llevó al planeta a una Segunda Guerra Mundial en la cual murieron más de 60 millones de personas más los millones que fallecieron posteriormente a consecuencia de la guerra. El país que más bajas sufrió fue la Unión Soviética con un promedio de 8.7 millones de soldados, más 6 millones y medio de judíos en los hornos crematorios de del Tercer Reich ¿Qué no se aprendió de esa catástrofe? Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, por supuesto que no.
Tenemos, pues, que prepararnos para ayudar a Oaxaca y a México a capear el temporal que se viene; al igual que en aquella histórica etapa cuando el presidente, Lázaro Cárdenas, decretó la expropiación petrolera con el respaldo de la nación unida en torno a su presidente para afrontar las embestidas de las 7 hermanas petroleras como las llamó Enrico Mattei, fundador de la Industria energética italiana.
Hoy, de nueva cuenta, México requiere nuestro concurso para defender la soberanía. La unión de la nación, por lo tanto, es la fuerza que necesitamos para hacerlo. ¿Qué estamos esperando?
Off the record: Las negociaciones de Estado requieren cautela y prudencia. El acelere es mal consejero. Hay que esperar cómo mueve sus fichas el adversario, pues debemos tener presente que no se está enfrentando a un jefe de Estado, sino a un croupier, o como dijo el Ing. Carlos Slim, Trump no es Terminator es Negociator.
¿Qué necesidad de las prisas por tener negociaciones preliminares con funcionarios estadounidenses que ni siquiera estaban ratificados por el senado? El protagonismo y la relación de cuates de Videgaray no califica en estos momentos. Ya van tres fumbles: La deuda y fracaso de la economía; la invitación al desquiciado a México, y esta última que dio pena la conferencia de prensa en la embajada de México.
Afortunadamente, el presidente Peña “sacó al buey de la barranca”. Canciller, es tiempo de zorros no de osos.
Si es que el Congreso de Estados Unidos aprueba la construcción de la pared al presidente Trump, la respuesta del gobierno mexicano podría ser abrir las puertas de nuestra frontera sur a los migrantes centroamericanos, haber si hay barda que contenga las necesidades sociales de los desposeídos y los programas perversos de los terroristas y narcotraficantes.
Todo lo que se negocie acerca del Muro debe ser conocido por los mexicanos y la opinión pública mundial, eso nos da fuerza y ayuda para que crezca más la condena a Donald Trump.
Benjamín Netanyahu, enseñó su verdadero rostro. Nazi disfrazado de judío. Israel no se merece un halcón racista.
Estupenda cátedra del profesor de Yale y ex presidente de México, Ernesto Zedillo, respecto a lo que Trump y su gobierno no entienden de economía.
Alfredo del Mazo Maza será el abanderado del PRI para el Estado de México al lograr el voto que le faltaba, el de su primo, el presidente Peña.
Twitter: @luis_murat