Diana Méndez
El gobierno de Oaxaca, a través de su secretario de Gobierno, Jesús Romero López, está abordando los conflictos relacionados con el desplazamiento forzado interno y la intolerancia religiosa en diversas regiones del estado. Uno de los casos más críticos es el de los desplazados de la agencia de policía de Río Santiago, quienes buscan retornar a sus tierras y reconstruir sus viviendas, destruidas por habitantes de Santiago Xochiltepec, en Sola de Vega.
Romero López informó que se mantiene un diálogo continuo con las víctimas de desplazamiento forzado para trazar un plan de acción mensual que aborde sus necesidades educativas, de bienestar, vivienda y alimentación. En los próximos días, funcionarios de la Coordinación de Atención a Derechos Humanos se trasladarán a la zona para dar seguimiento a estas problemáticas y garantizar una solución integral.
El secretario también subrayó que se trabajará con los habitantes de Xochiltepec para asegurar un retorno seguro de los desplazados, aunque reconoció que la actitud de algunos actores ha dificultado alcanzar un acuerdo favorable. Sin embargo, enfatizó que se diseñará un plan que sea aceptado y firmado por ambas partes.
Por otro lado, Romero López desmintió las afirmaciones sobre el supuesto asesinato de más de 50 defensores de derechos humanos durante la actual administración y negó que hayan aumentado las agresiones contra personas por profesar religiones distintas. Explicó que han atendido las inconformidades de las comunidades que se oponen a la práctica de religiones diferentes a la católica, especialmente en regiones como la Costa, la Cuenca del Papaloapan y la Sierra Norte, donde aún quedan cuatro conflictos pendientes de resolver por intolerancia religiosa.
