La Asociación Oaxaca, Corazón de México, rindió un emotivo homenaje a distinguidos oaxaqueños que han aportado a nuestro país sus conocimientos, pensamiento, idearios, propuestas educativas y culturales.
Al encabezar el homenaje a oaxaqueños ilustres, el director de la asociación civil, Alberto Esteva, consideró que en medio de un país convulsionado, con graves rezagos aun en materia social y con regiones donde impera la violencia, “es indispensable hoy más que nunca regresar a los ideales de quienes forjaron la patria para retomar sus pensamientos y enderezar el rumbo del país”.
Expresó que un pueblo sin memoria no tiene aspiraciones ni puede aspirar a un mejor futuro, por lo que recordar y homenajear a estos mexicanos y oaxaqueños ilustres permitirá comprender el pasado y observar alternativas de solución a los problemas de la actualidad.
Comentó que uno de los oaxaqueños trascendentes en la historia, “sin duda es Porfirio Díaz Mori, quien desde joven mostró sus grandes dotes militares, que permitieron victorias en duras batallas del ejército liberal que encabezó contra los invasores extranjeros.
Al hacer un breve recuento de su semblanza, recordó que Díaz fue un hombre a la altura del momento que vivía México y que: “aquel hombre que con entereza supo colocar al país en el concierto internacional de las naciones”.
Consideró que Porfirio también fue el hombre “que llevó al país a su máximo desarrollo económico e industrial, lo cual colocó a México en el camino de la prosperidad”.
Del Benemérito de las Américas, Benito Juárez García, el director de la asociación Oaxaca, Corazón de México, manifestó que fue el hombre que proclamo el principio básico del derecho internacional en su frase “El respeto al derecho ajeno es la paz”.
“Juárez era un hombre templado, reflexivo, sereno, con un claro sentido del Estado y un patriotismo a toda prueba que demostró en la práctica al proteger la institución presidencial y al país al no ceder a las presiones de los países que intentaban doblegar a México”.
Señaló que Juárez también era un estadista que vio con claridad la necesidad de separar a la Iglesia del Estado, adelantándose mucho a su tiempo y previniendo una gran cantidad de conflictos internos de no haberse tomado esta medida, que finalmente favoreció a todas las partes.
Ante representantes de la asociación, académicos y ciudadanos en general, el director del organismo civil, Alberto Esteva, finalmente enunció las cualidades de José Vasconcelos, otro distinguido oaxaqueño.
“Era un hombre con grandes cualidades y un sentido de la cultura y la educación notables”, apuntó.
Dijo que en su vida y en su pensamiento “se encontraba el sentido de lo mexicano como pieza universal de la cultura, que se manifiesta en la frase que la Universidad Nacional adopta como lema: ‘por mi raza hablará el espíritu’”.
Consideró que Vasconcelos tuvo muy claro que la educación era la herramienta que el país requería para cimentar a la nación, de aquí su trabajo como rector en la Universidad y, sobre todo, su desempeño al frente de la Secretaría de Educación Pública en donde desplegó una tarea incansable que paso por una amplia campaña de alfabetización en todo el país, junto con las misiones culturales que distribuyeron miles de libros de la cultura universal, así como un fuerte impulso a las artes y la cultura en general.
En su biografía, añadió, destaca su permanente preocupación por el país y su continuo trabajo como educador y divulgador de la cultura, a la vez que él mismo fue un prolífico escritor y ensayista que dejo una vasta y valiosa obra.
Expresó que una de las intenciones de Oaxaca, Corazón de México, es recordar y recuperar a los oaxaqueños y mexicanos ilustres, en una visión donde se valoren las aportaciones científicas, culturales, sociales o políticas que han hecho de México un país de gran diversidad y riqueza cultural.
En este sentido, Oaxaca es notable por proporcionar hombres ejemplares en los momentos más difíciles de la historia del país. Ahí han estado los personajes claves en muchos periodos de la historia. No es posible explicarse la segunda mitad el siglo XIX en México sin el trabajo de Benito Juárez y Porfirio Díaz, ellos fueron los artífices de la solidez institucional que logra el país.
Lo mismo en los inicios del siglo XX, donde personajes como los hermanos Flores Magón son parte de los precursores intelectuales y políticos de la Revolución Mexicana; o el propio José Vasconcelos, quien pone la primera piedra importante en el proyecto educativo del México moderno.